Un caso similar relata Sheyla Ohlinger. De elegante modelo, y del coqueteo con la fama, fue cayendo, quizá por malas juntas, hasta verse atrapada tras las rejas. Pero pudo comenzar a recuperarse a través de la escritura y el teatro. Ha ganado un premio en un certamen literario de ensayo, y participa en el grupo de teatro dirigido por Elia Enid Cadilla. Y ahora nos dice, “el día que salga por ahí, sale otra”.