Tras el Verano del 19, ya los puertorriqueños saben que, si un gobernante les falta el respeto y actúa con desdén hacia sus constituyentes, pueden quitarle el poder que delegaron, dice Leo Aldridge
Tras el Verano del 19, ya los puertorriqueños saben que, si un gobernante les falta el respeto y actúa con desdén hacia sus constituyentes, pueden quitarle el poder que delegaron, dice Leo Aldridge
La persona que resulte electa a la gobernación el próximo martes tendrá un radio de acción y poder mucho más reducido que sus antecesores: una Junta de Supervisión Fiscal que decide sobre política pública, una jueza federal de Nueva York que resuelve qué acuerdos valen y cuáles no y un funcionario adscrito a la Casa Blanca que vela todo de cerca.
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