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Conoce los secretos de una crianza comprensiva y sensible

En la estrategia de crianza consciente, los niños aprenden a aceptar las diferencias de ideas

28 de abril de 2023 - 12:19 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
La crianza consciente va dirigida a ponernos en los zapatos de nuestros hijos para, de ahí, partir a establecer un plan de crianza que sea estructurado. (Shutterstock)

Muchos hemos escuchado his­torias sobre los métodos de crianza de nuestros padres (baby boomers) y abuelos. Por lo general, estos eran sumamente estrictos y no había mucha oportunidad para el diálogo. Con el tiempo, todo ha cambiado y los procesos de crianza no son la excepción.

“En la última década es que comienza a surgir este tipo de crianza basado en la filosofía de que muchos padres y madres tie­nen que atemperarse a lo que es esta nueva era de educar a nues­tros hijos. En el pasado, los padres criaban, basándose en la crianza que ellos tuvieron. Ahora, en la crianza consciente, yo voy a criar basándome en las experiencias que mi hijo o hija están teniendo”, indicó Jennifer Torres, quien posee una maestría en salud mental y psiquiatría y, además, es directora de operaciones del Hospital Pana­mericano.

“Es ahí cuando se ejerce la crianza consciente, que no va dirigida a no establecer límites, sino a ponernos en los zapatos de nuestros hijos para, de ahí, partir a establecer un plan de crianza que sea estructurado, pero, a la vez, que el niño y la niña no inter­preten que la forma de corregir sea razón para que nos tengan miedo como padres”, agregó.

Torres definió la crianza cons­ciente como un proceso de intros­pección que realizan los padres para reconocer cómo pueden lle­var a cabo una crianza positiva con sus hijos e hijas.

“Los adultos tenemos que tomar tiempo para autoanalizarnos e identificar cómo podemos hacer algún tipo de cambio ajustado y atemperado a lo que está viviendo nuestra niñez en estos momentos”, mencionó la profesional en salud mental.

¿Cómo se lleva a cabo la crianza consciente?

Para indicar cómo se puede llevar a cabo la crianza consciente, Torres mencionó que es importante que los niños expresen por qué quieren llevar a cabo una conducta.

“Por ejemplo, un niño le puede decir a sus padres que quiere que le regalen un celular. En la crianza tradicional le decían que no y, cuando el niño preguntaba por qué, le respondían: ‘porque no; yo soy tu papá o mamá y digo que no’. Esa es una crianza tradicional. En la crianza consciente le debes decir a tu hijo: ‘tú me puedes decir por qué quieres un celular’. El niño puede responder que porque sus compañeros tienen [uno] y quiere estar igual que ellos. Entonces, basados en esa respuesta, los padres deben entablar un diálogo con sus hijos donde se les explique por qué no se les puede comprar un celular y decirles las responsabilidades que eso conlleva como el pago de una mensualidad. Ahí tú les provees a tus hijos razones que sustentan la decisión que estás tomando”, añadió.

A juicio de Torres, una de las razones por las que nace la crianza consciente es el acceso a la tecnología, pues, hoy día, las respuestas que los niños no reciben de sus padres las pueden encontrar en internet. Esas respuestas puede que no sean las correctas y, en este ejemplo particular, como parte de su proceso de crianza, es importante que los niños entiendan por qué no pueden tener todo lo que desean.

¿Cuáles son los beneficios de la crianza consciente?

Torres destacó que uno de los mayores beneficios de la crianza consciente es que los canales de comunicación entre padres e hijos se abren. A la vez, los padres les enseñan a sus hijos el modelo de primero escuchar y luego conocer por qué algo está sucediendo.

“También les enseñas que, a pesar de las diferencias, puede haber res­peto y objetividad, y ambas partes pueden cumplir con las reglas. Ya ese niño tiene una base de por qué las cosas ocurren de cierta manera y eso lo puede aplicar a su vida cotidiana, y comenzar a aceptar las diferencias de ideas”, agregó.

Por otro lado, hay quienes no conocen el término de “crianza consciente” y pueden ser dema­siado flexibles o estrictos con sus hijos. Ambas crianzas pueden traer consecuencias negativas.

“Si no establecemos ese balance entre ser estructurados y, al mismo tiempo, amorosos, podemos rayar en la hiperflexibilidad y el hijo no nos va a ver como papá o mamá, nos puede ver como amigos, y la línea de autoridad se puede per­der”, señaló.

En el caso de una autoridad extrema, esta puede llevar a los jóvenes a la rebeldía hacia la auto­ridad general. Este joven podría convertirse en un ser autoritario, que no va a saber relacionarse con personas que tengan diferencias de ideas. De acuerdo con Torres, en este tipo de crianza, no hay confianza hacia los padres y el joven podría empezar a compartir con grupos que realizan conductas no aceptables. Cuando entra a la adolescencia puede tomar deci­siones erróneas porque no tiene a una persona que lo aconseje.

“No es algo fácil de llevar a cabo; como padres, siempre queremos representar una figura de autori­dad, pero tenemos que cambiar la percepción y reconocer que debe existir una comunicación abierta y de respeto que nos permita admi­tir que ambos vamos a tener un beneficio”, puntualizó la directora de operaciones del Hospital Pana­mericano.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.

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