“De aquí te vas con el tanque lleno”.

Esa es la promesa de Edwin De Jesús y María L. Huertas, una pareja de emprendedores que creó El Tanque Bar & Grill, un restaurante temático que busca abastecer el “tanque” de sus comensales con una fusión entre comida criolla y una especialidad en pastas y carnes confeccionadas desde el interior de varios contenedores de diésel.

El concepto que, según sus creadores, es “único en Puerto Rico y Estados Unidos”, abrió sus puertas en el 2019 en el barrio Ortiz, de Toa Alta. Se caracteriza por combinar cuatro enormes tanques, de entre 30,000 y 5,000 galones, que conforman su cocina, barra y baño. De hecho, este último espacio se conceptualizó para que el visitante tenga la experiencia de entrar de lleno al tanque.

Mientras, otros aparatos de menor tamaño se ubican entre las mesas, vigas y otras áreas del local.

“Llevamos cinco años, desde el 2019, y todo surge porque nuestro negocio principal es la venta de diésel; llevamos como 20 años operando, tenemos camiones y entregamos diésel. De ahí surge que la gente hace restaurantes en vagones y yo dije que iba a hacer uno en tanques y ahí empieza la búsqueda. Empezamos a crear un ‘niño’, pero cuando nació, salió un monstruo enorme”, expresó el copropietario de 56 años.

Así, el espacio gastronómico ha logrado distinguirse, además de por su original temática, por su variada propuesta culinaria.

“Tenemos un menú bien variado para complacer a todos los paladares. Hacemos mariscos, chillo, langosta, pastas, comida mexicana, comida criolla, pero nos especializamos en carnes. En realidad, todo lo que te comes en El Tanque es delicioso”, afirmó Huertas.

Entre los preferidos del menú de este peculiar espacio, se destacan la chuleta can can, la pechuga rellena y el churrasco.

“La chuleta can can es de más de dos libras y se prepara con la sazón de la casa, la piden mucho con arroz mamposteado. La pechuga es solo rellena de amarillos, envuelta en bacon con una salsa especial de la casa a base de queso y cilantro; esa la piden mucho con el arroz con cilantro, que es uno de los preferidos de aquí. Y el churrasco con el chimichurri de la casa y lo combinan también con el arroz mamposteado”, detalló la copropietaria de 52 años.

Los aperitivos que más sobresalen del menú son el queso frito con guayaba, parmesano, aceite de trufa y bacon bites, una combinación magistral que promete conquistar el paladar con su mezcla entre lo dulce y lo salado. Además, los propietarios mencionaron sus populares croquetas de bacalao.

Para refrescar la experiencia, el menú ofrece bebidas que van desde mojitos de todos los sabores hasta el trago de la casa.

“El Tanque Bomb es tropical; lleva jugo de piña, crema de coco y un toque de Sprite, además de ron Bacardí. Es bien veraniego y perfecto para combatir el calor. También piden mucho el mojito de coco que es el más popular, y el mojito de tembleque que es exquisito y lo tenemos disponible todo el año”, sostuvo Huertas, quien para el postre recomendó los flanes de la casa de queso y vainilla, además de su irresistible cheesecake frito.

Para aquellos amantes del brunch, los domingos El Tanque ofrece platos como: “french toast de tiramisú, que es una receta de la casa exquisita. Además, el sándwich de pernil hecho aquí con el pan brioche que es exquisito. También tenemos la Torre de Mangú, que es un mangú con salami, huevito benedicto y la salsa de la casa”, detalló la codueña.

“Aquí vienen familias con niños, abuelitos y hasta los perritos son bienvenidos. Celebramos todo tipo de actividades y cumpleaños y contamos con música acústica los fines de semana, además de DJ”, indicó Huertas.

Como era de esperarse, la temática también se apodera de la forma en la que presentan sus platos.

“Los platos tienen referencia de tanques; el mofongo se hace en forma de tanque, hay un montón de cosas y, en una visita, no te vas a dar cuenta de todo lo que es alusivo a los tanques, a menos que yo se los cuente”, señaló el codueño del espacio que opera de miércoles a domingo en horario de 11:00 a.m. a 11:00 p.m.