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El precandidato a comisionado residente del Partido Nuevo Progresista (PNP) Elmer Román presentó este martes un “mapa de ruta” para la anexión de Puerto Rico a Estados Unidos que contempla unos términos más extensos que los que se propusieron en la legislación que aprobó la Cámara de Representantes federal, en 2022, y que ha servido como referente para la discusión sobre el status político los pasados años.

Contrario al proyecto 8393, que propuso un plebiscito vinculante y autoejecutable, en el que se disponía una transición de un año en caso de que la estadidad triunfara sobre las alternativas de independencia y libre asociación, Román describió un proceso de tres fases: una votación entre las opciones de status, seguida de una ratificación de los resultados por parte del Congreso y una “transición fiscal” y, finalmente, la aprobación de un proyecto de admisión de Puerto Rico.

La etapa del plebiscito avalado por el gobierno federal se desarrollaría entre 2025 y 2026, bajo el Congreso que sea electo en noviembre, precisó Román. La transición, en la que se buscaría “armonizar” los impuestos federales y estatales, además de promover una “transición política” hacia los partidos Republicano y Demócrata, se llevaría a cabo en los siguientes dos años, mientras que la aprobación del acta de admisión y la “incorporación expedita” se completaría para 2030.

La ruta trazada por Román –quien enfrenta a William Villafañe en la primaria del PNP– supondría que en el proceso intervendrían, al menos, tres congresos distintos.

“Es sumamente importante entender el macro de qué es lo que tenemos que hacer. No puedo venir aquí y decir, ‘en cuatro años te voy a traer la estadidad’. El que te diga eso y no pueda plasmar esto en diferentes fases y tiempos claves, no entiende lo que pasa en estos procesos. El proyecto de status (8393) establece el proceso de ejercer el derecho del puertorriqueño al voto”, afirmó Román, quien destacó que los términos para la votación serían similares a los que estipuló la medida avalada en diciembre de 2022.

La principal diferencia, sin embargo, se produciría en los pasos posteriores al resultado del plebiscito. Bajo el proyecto 8393, tras un hipotético triunfo de la estadidad, “el presidente emitirá una proclama declarando la fecha en que Puerto Rico se admitiría como un estado de la Unión en igualdad con todos los demás estados, en una fecha que no será más de un año después de la fecha efectiva de los resultados del plebiscito”.

“Yo quisiera hacerlo (la transición) en seis meses. Vamos a suponer que Elmer Román puede lograr mover las cosas y traer una revolución en el Congreso y, a la larga, lo podemos hacer en seis meses y trabajar ese proceso de admisión, pero no puedo mentir y venir a comprometerme con tiempos que, si en 20 años no se ha logrado, en seis meses lo vamos a hacer. Es algo que podemos trabajar en uno o dos años”, insistió, en referencia a la etapa de “transición” que, según su propuesta, tampoco representaría la culminación del trámite, toda vez que restaría la ratificación de un acta de admisión congresional.

“Si vamos a tener un grupo –y es lo que está pasando hoy en día– hablando de proyecto de status, otro hablando de proceso de admisión y otro de aceptación de territorio incorporado, y no tenemos un plan estratégico, una línea y una agenda, y que todos estemos sincronizados, tenemos un mensaje fragmentado que, a la larga, no nos lleva a nada”, sostuvo Román, quien estuvo acompañado de varios aspirantes a puestos electivos locales, incluyendo el actual cabildero por la estadidad Robert Lefranc Fortuño.

En pasadas semanas, Villafañe expresó su disposición a apoyar la idea de que Puerto Rico se convierta en un territorio incorporado como un paso previo a la anexión. Como territorio incorporado, la isla pudiera estar sujeta a las leyes contributivas federales, sin garantías de que se beneficiaría de todos los programas gubernamentales.

Román sostuvo que, si bien buscaría poner en práctica su hoja de ruta independientemente del escenario político en el gobierno federal –que este año celebra elecciones presidenciales, congresionales y renueva una tercera parte del Senado– las “estrategias” se modificarían dependiendo de los partidos que controlen la Rama Ejecutiva y Legislativa.

En esa línea, rechazó que su propuesta riña con los esfuerzos que ha llevado a cabo la comisionada residente Jenniffer González, a quien apoya en su campaña primarista a la gobernación contra el incumbente Pedro Pierluisi. Asimismo, negó que la incapacidad de recabar apoyo entre los senadores republicanos a un proyecto similar al 8393 represente un fracaso de González, como ha proyectado el bando de Pierluisi y Villafañe en el contexto de la contienda primarista.

“Esto es parte del trabajo macro que ha estado haciendo Jenniffer, que logró que se aprobara en la Cámara de Representantes el primer proyecto de status vinculante que no incluye la opción colonial. Fue un trabajo bipartita, de los demócratas, de ella como republicana y con apoyo de los republicanos. Ahora, me toca llegar y seguir ese trabajo”, subrayó el exfuncionario de los gobiernos de Ricardo Rosselló Nevares y Wanda Vázquez.