Simples cambios en las operaciones y en sus ingredientes garantizan “hamburgers” más calientes, jugosos y sabrosos
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Cada día, más de 27 millones de personas en todo el mundo disfrutan de una de las hamburguesas clásicas de McDonald’s. Desde el famoso Big Mac, el Quarter Pounder, hasta el clásico Cheeseburger, estas hamburguesas han sido la razón por la que los clientes regresan una y otra vez. Su secreto radica en una receta especial pero simple: carne de res 100 % pura, sazonada con sal y pimienta —sin aditivos, preservativos, colorantes ni sabores artificiales—, pepinillos, una combinación perfecta de kétchup y mostaza, y pan fresco que permite disfrutar cada mordisco.
Sin embargo, ninguna cocina exitosa está exenta de realizar ajustes para mejorar los procesos, los ingredientes y el producto final. Con este objetivo en mente, un equipo multidisciplinario global, liderado por el chef Chad Schafer, director sénior de innovación culinaria de McDonald’s en Estados Unidos, se unió para buscar nuevas formas de ofrecer aún más a los fanáticos de las hamburguesas de la marca. Por medio de pequeños ajustes, desde la preparación de la materia prima hasta las parrillas calientes de las cocinas de los restaurantes, los comensales podrán disfrutar de sus hamburguesas clásicas favoritas, ahora más calientes, jugosas y sabrosas.
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Pequeños pero deliciosos cambios
Isabel Rovira, supervisora de Comunicaciones de Arcos Dorados para Puerto Rico e Islas Vírgenes de Estados Unidos, explicó que todo comienza con la forma en que se confeccionan las carnes. La ejecutiva indicó que ahora se saltean 3.5 gramos de cebolla fresca en el grill, justo sobre la carne de res al momento de cocción, para resaltar el sabor de cada hamburguesa y asegurar que la carne sea más jugosa, con un sabor caramelizado. Además, se han realizado modificaciones en las parrillas para lograr un sellado ideal de las carnes, que se cocinan en tandas más pequeñas y con mayor frecuencia para asegurar que el cliente reciba una hamburguesa más caliente y jugosa.
Otro aspecto importante es el queso. Manipular un queso sin sabores, colores, ni preservativos artificiales no es tarea fácil, pero McDonald’s ha realizado un cambio en su operación de cocina, atemperando el queso a la temperatura ideal para asegurar que el queso derrita perfectamente sobre la carne.
Para asegurar la frescura de sus vegetales, ahora se almacena una menor cantidad de vegetales frescos y se rotan con mayor frecuencia. De esta manera, se garantiza que se sirvan con su frescura y textura crocante intactas.
Pero no solo se han realizado cambios en los ingredientes principales, también se han realizado ajustes en la salsa del icónico Big Mac. Esta hamburguesa ahora contará con un 50 % más de la salsa especial, una burger sauce elaborada con mayonesa, mostaza, condimento, vinagre y condimentos especiales. Este ajuste tiene como objetivo complacer aún más a sus fans, asegurando que cada bocado sea una experiencia indulgente con la salsa desbordándose.
Además de todas estas mejoras en los ingredientes y procesos de cocina, McDonald’s en colaboración con Holsum, ha creado tres nuevas recetas de pan exclusivas para el mercado local. Estos panes son elaborados sin preservativos, sabores ni colores artificiales. Tienen el tostado ideal para mantener el pan caliente y un glaseado que aporta un toque dulzón. Además, presentan una textura más suave, lo que se traduce en un pan más esponjoso y fresco, que retiene el calor al servir la hamburguesa.
“Contar con un proveedor local desde el 2007, una empresa familiar boricua que cumple y supera todos los estándares y auditorías de calidad a nivel corporativo, es algo muy importante para nosotros”, afirmó Rovira.
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Al frente de la innovación global
Puerto Rico ha sido uno de los países pioneros en implementar estos nuevos cambios en ingredientes y en la operación diaria de las cocinas. De hecho, es el tercer país en América Latina y Estados Unidos continental en realizar estas mejoras.
Por medio de programas de capacitación que tuvieron una duración de un año, se ofrecieron herramientas de desarrollo a los 4,600 empleados de McDonald’s en Puerto Rico. Uno de los enfoques principales fue elevar el rol de los Grill Masters, quienes lideran las parrillas y son responsables de la experiencia final de los clientes. “Se realizaron entrenamientos divertidos, incluyendo competencias internas para encontrar a los mejores Grill Masters, y se les proporcionaron nuevas herramientas para que puedan seguir desarrollándose y explorando sus talentos”, puntualizó Rovira.
Como resultado de estos entrenamientos, todos los 95 restaurantes de McDonald’s en la isla han sido certificados a nivel corporativo.
Los clientes ya pueden disfrutar de todos estos cambios en sus hamburguesas clásicas al visitar cualquiera de los 95 restaurantes en Puerto Rico o al hacer su pedido a través de la aplicación McDonald’s Ofertas y Delivery. Para obtener más información, puede visitar mcdonalds.com.pr.
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