Tras 15 años de ausencia, los Criollos de Caguas están vuelta en el Baloncesto Superior Nacional (BSN)... ¡Y vaya de qué manera!

De la mano del entrenador ponceño Wilhelmus Caanen, los antes conocidos como Grises de Humacao, lideran la Sección B de la liga con marca de 9-2, siendo junto a los Capitanes de Arecibo, los dos primeros equipos en alcanzar las nueve victorias en lo que va de temporada 2024.

¿Qué cambió? ¿Cuál es la magia que los tiene invictos en el Coliseo Roger Mendoza?

Caanen, de padre holandés y madre ponceña, responde a eso y más, incluyendo el por qué cree que en la Ciudad Señorial se ha visto una merma de talento en las nuevas generaciones, luego de la época de antaño (y de su camada) encabezada por Javier Antonio “Toñito” Colón, Charlie Lanauze, José ‘Johnny’ Caraballo y Julián Rodríguez, entre otros.

Precisamente de Rodríguez, Caanen, además, rememora el fatídico día en que el canastero falleció en un accidente de tráfico en 1995 y el cómo le tocó revelar la triste noticia a amigos y allegados.

Caanen disputó siete campañas como jugador de los Maratonistas de Coamo para luego “brincar el charco”, como él mismo describe, a los Criollos. Allí, durante el primer día de práctica, el entonces entrenador Edmundo “Mundi” Báez desconocía que contaba con Caanen en sus filas. ¿Qué sucedió después?

El estratega ponceño militó, también, con los Atléticos de San Germán, Vaqueros de Bayamón y Leones de Ponce.

Jugando en la Perla del Sur, Caanen estuvo el famoso día del “Churumbazo”, en donde el entonces alcalde de Ponce Rafael Cordero Santiago mandó a apagar las luces del Auditorio Juan “Pachín” Vicens en plena celebración de los Cangrejeros de Santurce.

Sin más preámbulo, dale oído al nuevo episodio del podcast Tiempo Extra de El Nuevo Día.