Con su vasta experiencia como comerciante, el fajardeño Héctor Morales Rodríguez llegó a los famosos kioscos de Luquillo con la mentalidad de crear un espacio gastronómico único dentro del folclore que caracteriza a esta zona.

Así decidió romper el molde en términos de la comida, el ambiente y el diseño de su local para ofrecer a los visitantes una experiencia culinaria diferente. Así comenzó a darle forma a Terruño, un restaurante que resalta la gastronomía de nuestra patria, dándole un toque artesanal que conquista el paladar de los turistas y locales que llegan hasta la costa luquillense en busca de buena comida y un ambiente playero.

“La realidad es que llevaba tiempo buscando un lugar dónde hacer un restaurante. Busqué en Fajardo hasta que llegué a los ‘kioscos de Luquillo’ y me gustó el movimiento que había. Este kiosco lo estaban vendiendo, lo compramos y lo remodelamos completo porque yo quería hacer un concepto que fuera más restaurante, quería salir de lo que era el diseño típico de los kioscos y nos dimos a la tarea de empezar a trabajarlo”, explicó Morales Rodríguez, quien lleva 26 años como comerciante y antes manejaba un negocio de cambio de cheques y comunicaciones. Es así como en octubre del 2011 inauguró este restaurante que ubica en el kiosco #20 y se caracteriza por sus colores cálidos y por llevar un árbol de flamboyán en su logo. Su oferta culinaria, cobijada bajo la sombra de comida artesanal, presenta como especialidad el conejo en cuatro diferentes vertientes, las cuales prometen brindar una experiencia gastronómica diferente y saludable.

“Terruño es un concepto bastante puertorriqueño, diría que un 80% puertorriqueño. Nuestra especialidad es el conejo y lo hacemos en pastelillos, chicharrones; también tenemos el medio conejo deshuesado a la parrilla y el tradicional fricasé de conejo. La gente pide mucho el fricasé, los pastelillos y el medio conejo, un plato bien nutritivo porque la carne de conejo es bien limpia, se deshuesa, no se usa aceite porque se tira a la parrilla”, detalló el hombre de 55 años, quien también es propietario del restaurante Boronía en la Placita, de Santurce.

El menú de Terruño también cuenta con diferentes cortes de carnes, mariscos, pescado fresco y una pecera con langostas vivas. “Todos los mariscos de nosotros son frescos: el carrucho, el pulpo, no compramos nada congelado. Tenemos también churrasco y la Pechuga a la Terruño, que es muy buena porque es una pechuga rellena de amarillo, envuelta en bacon”, mencionó Morales Rodríguez.

Entre los aperitivos, Terruño ofrece un mini “piononito” que sale de lo tradicional, pero sin dejar de apelar a ese platillo tan habitual en las vitrinas de los kioscos. “Ese mini piononito es el aperitivo principal de nosotros y es diferente porque es de camarón y churrasco, y cuenta con una salsa blanca y salsa de anguila encima. También tenemos otro aperitivo popular y es el calamar relleno de langosta y los nuggets de tiburón, que se añadieron al menú hace poco y son bien buenos”, destacó el propietario del local que también cuenta con una carta de cócteles y vinos.

Además de la variada oferta culinaria, Terruño cautiva a los comensales con su ambiente y la música en vivo que, acompañada por la brisa marina, hace de las noches, unas llenas de mucho sabor.

“Siempre quisimos hacer un concepto que combinara la comida con la música, por eso tenemos música todos los días. Así llevamos 10 años haciendo los Lunes de Cultura, el último lunes de cada mes. Tenemos una oferta musical variada porque Puerto Rico tiene mucho talento en las artes y la música. Traemos esos jóvenes que son graduados del Conservatorio de Música y les damos un espacio para exponer su música y que nuestros clientes disfruten de su talento”, indicó Morales Rodríguez.

Terruño abre al público todos los días, excepto miércoles, en horario de 11:30 a. m. a 10:00 p. m. Todos los días tienen música en vivo de 7:00 p. m. a 10:00 p. m.

Para más detalles, pueden accesar sus redes sociales como Terruño Comida Artesanal o llamar al 787-889-8989.