El uso inapropiado de fondos públicos en actividades superfluas en medio de la crisis fiscal gubernamental, y el ausentismo masivo injustificado de legisladores en desatención a la sesión extraordinaria convocada por el gobernador, se alejan de la conducta de sana administración pública que debe observar todo funcionario público, y constituyen ejemplos nefastos para el liderato legislativo que inicia en enero con un mandato presupuestario de austeridad.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Un cierre legislativo que lacera la moral del País
Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 8 años.