¿Qué se gana con dividir a una isla que no tiene espacio para dividirse? ¿De qué nos sirve marcar la diferencia entre “allá” y “acá”?, cuestiona Adrián Rodríguez Alicea
¿Qué se gana con dividir a una isla que no tiene espacio para dividirse? ¿De qué nos sirve marcar la diferencia entre “allá” y “acá”?, cuestiona Adrián Rodríguez Alicea
Cuando se habla del área metropolitana, pensamos en tráfico, novedad continua y el bullicio del ajetreo político. San Juan forma el punto de convergencia cultural más grande en el archipiélago. Es normal que, de pasar tanto tiempo en la zona metro, la costumbre se salga con la suya y nos enajene del resto del país, llegando a apodarlo, injustamente, como “la isla”. No obstante, con ese nombrecito se traza la línea más crasa en nuestro país y se marca la distancia más insalubre para el desenvolvimiento social. Ni hablemos de cómo esta expresión se olvida, sin escrúpulos, de Vieques y Culebra.
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