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Reumatología
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Una enfermedad reumática no impide una sexualidad saludable

Hablar permite encontrar soluciones que mejoren la calidad de vida

8 de octubre de 2023 - 12:00 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
La comprensión de la pareja es esencial para superar los obstáculos. (Shutterstock)

La salud sexual no es la ausencia de enfermedades, es un estado de bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad, según la define la Organización Mundial de la Salud. Además, es una parte esencial de las personas, una parte integral del ser humano. Las enfermedades reumáticas no deberían ser un impedimento para mantener relaciones sexuales satisfactorias.

La psicóloga clínica con certificación en sexualidad y salubrista, doctora Viviana Barrón, enfatizó que: “El que se diagnostique una persona con una enfermedad crónica no significa que el sexo se acabó. Tenemos que reconocer que la sexualidad es vital, es una necesidad básica y debemos movernos a continuar con una vida placentera y disfrutar de una sexualidad saludable”. Por consiguiente, destacó que lo más importante siempre será la comunicación, no solo en la relación médico-paciente, sino también con la pareja.

“Muchas veces, solo con atreverse a hablar, el paciente comienza a sentir alivio y puede encontrar apertura de su pareja; y también con su médico, quien le ofrecerá más seguridad al encontrar alternativas para poder tener una sexualidad saludable”, sostuvo Barrón.

Ciertamente, cuando hay enfermedades autoinmunes, como son las enfermedades reumáticas, están el dolor, la resequedad, fatiga, rigidez, disfunción, alteración de la imagen corporal, disminución del deseo sexual y la dificultad de posiciones, entre otros, que pueden incapacitar, afectar la autoestima y deprimir.

“Por eso, es bien importante que los pacientes se atrevan a hablarlo, que integren al médico y la terapia psicológica en el proceso, porque les ofrecen un espacio seguro y libre de juicios. Quién mejor que el médico o el psicólogo para que puedan expresarles su incomodidad y referirlos a los recursos pertinentes para recibir el servicio y la ayuda que necesitan”, explicó la psicóloga. Además, la terapia ayuda a romper los esquemas o creencias erróneas que el paciente pueda tener sobre la sexualidad para que pueda sentirse más cómodo y ampliar sus alternativas.

Según la psicóloga, los tabús hacen que muchas personas ni siquiera hablen de esto con sus parejas y es vital que comprendan que la sexualidad es algo natural del ser humano. “Nacemos y morimos como seres sexuales, eso es parte de nuestra naturaleza. El que tengamos dolor, no significa que nos tengamos que cohibir y que dejemos de experimentar esa parte natural e importante de nuestras vidas”, puntualizó.

Además, Barrón sostuvo la importancia de que los pacientes saquen tiempo para ellos mismos a nivel individual y a nivel de pareja y se exploren cuáles son esas necesidades.

Entre las recomendaciones que mencionó la doctora al hablar con la pareja están:

  • Expresarle la incomodidad y evaluar alternativas para experimentar diversas prácticas sexuales, como incorporar juguetes.
  • Explorar fantasías de hacia dónde quieren llegar y que se sientan cómodos.
  • Evaluar cuáles son las posiciones sexuales más eficaces contra el dolor.
  • Planificar la actividad sexual, de acuerdo con el deseo y la condición física.
  • Usar lubricantes a base de agua, si es necesario.
  • Mantener la actividad física, ya que ayuda a estimular la liberación de hormonas.
  • Realizar ejercicios de exploración corporal para conocer qué tipo de estimulación les gusta.
  • Saber dónde están sus zonas erógenas para conocerse y comunicárselo a su pareja.

Barrón indicó que el momento de buscar ayuda son esas señales que muestran que la persona no se está sintiendo bien consigo misma, que hay un dolor distinto que está experimentando y que la actividad sexual disminuye. “Dormimos más o de menos, comemos de más o de menos, todos esos son indicadores básicos que son patrones inusuales en nuestra persona. Es importante que analicemos lo esencial de buscar ayuda para obtener alternativas, donde a nivel holístico, podamos sentirnos bien”, aconsejó.

Visitar al reumatólogo, al obstetra, al urólogo, a los especialistas en el tema, al psicólogo clínico o sexólogo es clave para expresar la incomodidad, permitirles que puedan entrar y abordar la situación para ofrecerles recomendaciones que le ayuden a alcanzar un estilo de vida saludable.

“Con una enfermedad reumática una sexualidad saludable es totalmente posible, siempre que estemos dispuesto a comunicarlo para encontrar las alternativas. Lo más importante es que los pacientes no se limiten y puedan tener una sexualidad plena. A la hora de la verdad, el órgano sexual más importante es la mente, no son los genitales”, concluyó.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.

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