Transcurría el año 1976 cuando una orquesta del género de la salsa grabó un disco representativo de la transformación personal de sus dos protagonistas, Richie Ray y Bobby Cruz, dos años antes. Reconstrucción fue titulado el álbum del sello Vaya Records, subsidiaria de Fania. La carrera musical de ambos virtuosos había sido prolífica desde el lanzamiento de su primera grabación, Ricardo Ray Arrives Comején, con la casa discográfica Fonseca Records en 1965. Pero el éxito artístico no compaginó del todo con el proceso existencial de quienes en 1974 anunciaron un cambio de rumbo en su trayectoria. Si bien la música popular, con la sonoridad emblemática e inconfundible del “sonido bestial”, continuaría siendo el medio para comunicar su arte, cambiaron el pensamiento y la acción, la mente y el corazón. Aquel no era un disco más, se estaban reconstruyendo.
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Nos toca reconstruir
El profesor Martín Cruz Santos compara el desfase experimentado en la carrera musical de Richie Ray y Bobby Cruz con el que le urge al País en los ámbitos socio