La Autoridad de Transporte Integrado (ATI) afinó su propuesta para extender el Tren Urbano hacia el noroeste de San Juan con potenciales rutas que pudieran atravesar zonas como Minillas, Miramar, incluido el Centro de Convenciones, hasta el Viejo San Juan, y que podría integrar modalidades distintas de transporte colectivo de alta capacidad (TAC), como un tren ligero o autobús de tránsito rápido (BRT, en inglés).

“No se descarta nada, puede ser una combinación de todo. Digamos que llegue, quizás, a Minillas elevado o soterrado en ‘heavy rail’ (tren pesado), o sea, como el que tenemos y, luego, cambia de modalidad a un autobús o cambia a ‘light rail’ (tren ligero). Todas esas cosas es parte de lo que se analiza, y depende, también, del insumo de la ciudadanía”, indicó el director de la ATI, Josué Menéndez Agosto, sobre la posible convergencia de modalidades de TAC.

Un estudio a cargo de la firma Nelson\Nygaard dividió la zona en cuatro potenciales segmentos: desde Sagrado Corazón hasta Minillas; de Minillas a Miramar o al Centro de Convenciones y desde alguno de esos dos puntos –o atravesando por ambos– hasta el Viejo San Juan.

Para cada uno de estos segmentos, se presentaron tres alternativas de trayectos y vehículos a los que se les asignó una puntuación basada en diversas métricas, que incluyen accesibilidad a personas y destinos, capacidad en el corredor para dar prioridad al transporte colectivo, impacto a estructuras históricas, costo beneficio y consideraciones de operación y mantenimiento.

Por ejemplo, las mejores puntuaciones, de Sagrado Corazón a Minillas, las obtuvo un trayecto paralelo por las avenidas Ponce de León y Fernández Juncos mediante un tren ligero o un BRT.

Los mismos métodos de transporte obtienen la puntuación más favorable en un trayecto bidireccional por la Ponce de León hacia Miramar. Pero, si se fuese a extender hasta el Centro de Convenciones, sería mejor un recorrido paralelo por ambas avenidas en BRT o tren ligero, de acuerdo con la exposición de hallazgos preliminares del análisis.

Para el Viejo San Juan, sea desde Miramar o el Centro de Convenciones, los mejores resultados fueron con BRT o tren ligero con una ruta por la calle del Tren.

“Es como si fuera un círculo que va de afuera hacia adentro recolectando toda la data posible para ir identificando o descartando las posibles rutas”, explicó Menéndez Agosto sobre cómo se llegó a las alternativas presentadas, que contemplan la viabilidad, la utilidad y el costo.

La evaluación preliminar fue presentada, este lunes y martes, en el Segundo Encuentro Ciudadano del Análisis de Alternativas para la Extensión del Tren Urbano, celebrado en el Conservatorio de Música y en la Universidad del Sagrado Corazón, en Santurce. Allí, se dieron cita decenas de personas que pudieron aclarar sus dudas y expresar su sentir ante quienes realizan el estudio.

Una de las presentes, Cynthia Burgos López, directora de la organización La Maraña, opinó que la actividad fue informativa en cuanto a las conclusiones preliminares, pero destacó que no se detalló cómo se llegó a las mismas.

“Las rutas que se presentaron están cubiertas por la AMA (Autoridad Metropolitana de Autobuses), todas las rutas que se presentaron, Fernández Juncos, Ponce de León, Viejo San Juan. Entonces, ¿por qué no integrar a la AMA en ese proceso? Ya es una estructura que existe, que simplemente tiene que mejorarse porque literalmente todos los mapas que están ahí son rutas cubiertas”, destacó la arquitecta, quien instó a llevar esta información a las estaciones para que los usuarios del tren puedan estar al tanto del proceso.

Por otro lado, una residente en Miramar –quien prefirió no identificarse– se expresó preocupada por las potenciales expropiaciones que, entiende, requeriría la construcción de la infraestructura para las rutas propuestas en su comunidad.

“Tienes que sacar dinero, no solamente para construir un tren, que sabemos que va a ser multimillonario, pero entonces tienen que pagar propiedades. ¿Cuánto te va a costar una propiedad que hoy día están altísimas y dónde vas a meter a esa gente cuando tenemos un problema de vivienda en Puerto Rico?”, cuestionó la mujer.

Durante la primera reunión, el lunes, también se presentó una serie de metas para el proyecto y se le pidió a la comunidad colocar pegatinas en aquellas más relevantes a sus necesidades. Entre estas, destacaban incrementar abordajes, mejorar calidad y conectividad del transporte público, apoyar el crecimiento sostenible, y enfoque en sostenibilidad y medioambiente.

“Aquí, no hay nada definido. [...] Es bien importante que la comunidad se exprese”, verbalizó el jefe de la ATI.

Para el planificador urbano Aptemis Rodríguez, la ATI fue efectiva al exponer un tema complejo y técnico para la comprensión de la ciudadanía en general, y al integrar alternativas que “son las que más se están utilizando” en el mundo en materia de transporte colectivo.

“Yo extendería el Tren Urbano como está hasta Minillas y, desde Minillas, cambiaría a tren liviano. Entonces, vería la manera de impactar Minillas, la Ponce de León, el Distrito de Convenciones y seguirlo para el Viejo San Juan hasta Covadonga. Todos los estudios dicen que eso es lo que necesitamos”, mencionó Rodríguez.

Estas evaluaciones son aún muy preliminares y no necesariamente representan el resultado final de la potencial extensión del Tren Urbano. Sin embargo, Menéndez Agosto recalcó que la participación de la comunidad y su retroalimentación es esencial para concluir el estudio, a principios de 2025, con la selección de la “alternativa local preferida” de línea y modo.

El estudio, se indicó, es el primer paso en el proceso de evaluación, planificación y diseño para acceder a los métodos de financiamiento federal.

“La intención de esta reunión comunitaria es el insumo de la sociedad y de la comunidad aledaña por donde van las posibles rutas. El por qué, cómo impacta al medioambiente, el ruido, la modalidad, el por qué una y no la otra. Eso es lo que queremos obtener”, enfatizó el director de la ATI.