Israel dice que está tomando medidas para aumentar el flujo de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, incluida la reapertura de un paso fronterizo clave hacia el norte de Gaza, una zona duramente golpeada.

La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció los planes a primera hora del viernes, pocas horas después de que el presidente Joe Biden le dijera que el futuro apoyo de Estados Unidos a la guerra en Gaza depende de que Israel tome más medidas para proteger a los civiles y a los trabajadores humanitarios. El anuncio no detallaba las cantidades ni los tipos de artículos que se dejarían entrar.

No obstante, a pesar de sus diferencias, la administración Biden ha seguido proporcionando a Israel ayuda militar y apoyo diplomático cruciales para la guerra de seis meses de Israel contra Hamás. Israel se enfrenta a un creciente aislamiento internacional después de que sus fuerzas mataran a siete cooperantes que ayudaban a repartir alimentos en Gaza.

El número de muertos palestinos superó el jueves las 33,000 personas, y otras 75,600 resultaron heridas, según informó el Ministerio de Sanidad de Gaza. El ministerio no distingue entre civiles y combatientes en su recuento, pero afirma que las mujeres y los niños constituyen dos tercios de los muertos.

Naciones Unidas afirma que gran parte de la población del norte de Gaza está al borde de morirse de hambre. El máximo tribunal de las Naciones Unidas ha concluido que existe un “riesgo plausible de genocidio” en Gaza, acusación que Israel niega rotundamente, y el Consejo de Seguridad de la ONU ha exigido un alto el fuego jurídicamente vinculante.

La guerra comenzó el 7 de octubre, cuando militantes dirigidos por Hamás irrumpieron en el sur de Israel, matando a unas 1,200 personas, en su mayoría civiles, y tomando como rehenes a unas 250 personas.