La voz del jíbaro: tradición y raíces de la música típica boricua

Música típica: con este término se designa al ritmo que se cultiva e interpreta mayormente en los pueblos del centro de la isla y se relaciona con la figura del jíbaro, el campesino que históricamente se dedicó al cultivo de la tierra, cosechando café, verduras y frutos menores. También conocida como música campesina, música brava o música folclórica, posee en su estructura e instrumentación claras influencias de los taínos, cultura que habitaba el archipiélago puertorriqueño a la llegada de los españoles, así como de estos últimos.
De los taínos tiene como herencia evidente el uso de dos instrumentos percusivos: el güiro y la maraca. A nivel rítmico, melódico y métrico, posee elementos de la música que trajeron los peninsulares en diversas épocas, desde la conquista y colonización iniciada en el siglo XVI hasta finales del XIX. Por ejemplo, en el siglo XVIII un regimiento militar español llegó acompañado de una banda que se dedicó a ofrecer conciertos por los pueblos de la isla. Estudiosos de la música puertorriqueña trazan el origen del seis —género del cual se interpretan decenas de variantes en la montaña— con música española del siglo XVII. Se destaca también la décima, un poema improvisado y cantado compuesto por diez versos de rima abba accddc. Por medio de España llegaron ritmos europeos como la mazurka, de raíces polacas, y el minué y la contradanza, provenientes de Francia. Además, dado que era desde el puerto de Sevilla de donde se zarpaba al Nuevo Mundo, es evidente la raíz andaluza en nuestra música típica. Aunque los españoles cruzaron el Atlántico con su guitarra, el jíbaro boricua gestó sus propios instrumentos de cuerda: el tiple, la bordonúa y el ya mundialmente famoso cuatro puertorriqueño.
La temática de la música típica suele estar ligada esencialmente al amor a la tierra, a las penurias y gozos de la vida en el campo y a las festividades católicas. De ahí que contemos con canciones de raíz campesina tan hermosas como “El villancico yaucano”, de Amaury Veray. La música campesina puertorriqueña ha contado con grandes maestros instrumentistas y trovadores como Florencio Morales Ramos “Ramito”, Jesús Sánchez Erazo, “Chuito el de Bayamón”; el maestro del cuatro Maso Rivera, el genial cantautor Antonio Cabán Vale, “El Topo”; y Andrés Jiménez. Además, las agrupaciones Decimanía, Mapeyé y Esencia, así como la familia Sanabria.
También dio paso, entre los años 70 y 80, a una vertiente conocida como la Nueva Trova, caracterizada por las canciones de denuncia social y orgullo patrio. Son sus exponentes más emblemáticos agrupaciones e intérpretes como Roy Brown, Zoraida Santiago, Aires Bucaneros, Moliendo Vidrio y Haciendo Punto en Otro Son. De este último grupo se daría a conocer y querer un jíbaro legendario, natural de Attimis, Italia, el recordado Tony Croatto.