Te recuperas, te levantas de lo que se considera una derrota, pero con la diferencia de que te sientes todo un triunfador. Es tiempo de volver a empezar, pero con más fuerza, esperanzas y empeño que antes. Un nuevo cambio en tu persona no te vendría nada mal. Modernízate y, si es tu caso, pierde esas libritas extras que has adquirido.