El columnista de deportes Chu García despide con afecto al fenecido fotoperiodista Ismael Fernández, amigo de años suyo y de El Nuevo Día.
El columnista de deportes Chu García despide con afecto al fenecido fotoperiodista Ismael Fernández, amigo de años suyo y de El Nuevo Día.
Querido ahijado, Ismaelito: Recién acabas de empezar a vivir tu muerte, que desafortunadamente era esperada hace días, en la misma tarde en que el país festejaba el oro ganado por Mónica Puig, acompañada en una caravana larguísima y lenta por sus compañeros olímpicos. Y tengo que escribirte lo que habría querido decirte al oído últimamente y no pude: te quise desde antes de haberte conocido, allá para 1979, poco antes de comenzar los Juegos Panamericanos, que te sirvieron de pila bautismal como fotógrafo de El Nuevo Día, habiéndome tocado ser su padrino por pedido directo de tu amantísimo padre, don Ismael Fernández Pacheco, de quien heredaste su gen periodístico y su compromiso de servir siempre al prójimo sin más nada a cambio que una mirada de alegría o una sonrisa espontánea.
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