Mayra Montero cuestiona qué le costaba a Mara Pérez, directora de la Autoridad de Transporte Marítimo, quedarse dialogando con la gente, explicarles lo fastidiada que está la cosa, comer con ellos e invitarlos a una cerveza. No, la directora de la ATM tenía que regresar, lozana como una margarita, plantea la escritora