Edúcate sobre las opciones para tratarla y empodérate para tener una mejor calidad de vida
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Cuando se padece de artritis reumatoide —una enfermedad inflamatoria, sistémica e incurable que afecta las articulaciones y los órganos, y puede poner en peligro la vida— hay que tomar acciones importantes y tomar control de la salud.
Conocer a fondo la enfermedad para identificarla temprano, cultivar la relación entre el médico y el paciente, familiarizarse con las alternativas de tratamiento y exigirlas para detener el progreso de la enfermedad son algunos de los pasos que se pueden tomar.
William Borges Bonilla, vicepresidente de la Fundación Puertorriqueña de Enfermedades Reumáticas (FER), padece de artritis reumatoide hace 50 años. Describe la enfermedad como caprichosa, molestosa y dolorosa. Sin embargo, afirma que se puede trabajar con ella.
En el caso de Borges Bonilla, la enfermedad comenzó a manifestarse con inflamación de las articulaciones, fiebre, falta de apetito y cansancio, en el 1968 cuando tenía 14 años y vivía en Aibonito.
Para esa época, según cuenta Borges Bonilla, los médicos generalistas desconocían la enfermedad; se hablaba de fiebre reumática o de alguna malignidad. Se atendían los síntomas, pero no había diagnóstico certero y, por consiguiente, el tratamiento resultaba inadecuado.
El vicepresidente de FER vivió cuatro años de su adolescencia con las articulaciones inflamadas, fiebre y prácticamente encamado al verse afectadas sus caderas, rodillas, tobillos y hombros. Se deprimió y fueron años de mucho dolor y tristeza.
Un día sus padres se toparon en el pueblo con un médico ginecólogo que trabajaba en sala de emergencias del Centro Médico en Río Piedras, quien les recomendó llevar a su hijo a los fisiatras y reumatólogos de la institución. Fue así que consiguieron un referido y Borges Bonilla finalmente fue diagnosticado con artritis reumatoide juvenil. Comenzaron un tratamiento adecuado y fue mejorando la calidad de vida del joven, que había dejado de practicar deportes y detenido sus estudios por la gravedad de sus síntomas.
Borges Bonilla expone que logró culminar su cuarto año de escuela superior y completar una carrera universitaria. Consiguió trabajo en Ciencias Médicas, se casó, es padre de dos hijos y, ahora, abuelo. Actualmente mantiene la artritis reumatoide controlada gracias a ese diagnóstico certero y a su adherencia al tratamiento. “No todo es negativo; de lo negativo uno puede sacar lo positivo”, sostiene.
Borges Bonilla conoce muy bien la importancia de cumplir con los tratamientos, tal como lo indique el especialista. “Lo tienes que hacer o no te vas a levantar”, asegura.
Para el abuelo primerizo, que comenzó su tratamiento en los años 70 con un sinnúmero de medicamentos, entre ellos 20 aspirinas diarias, es importante saber que pudo dejarlas, pues su vida cambió con el surgimiento de los tratamientos biológicos, administrados mediante inyección subcutánea una vez por semana.
“Hoy día tenemos el beneficio de los medicamentos biológicos, que detienen el proceso de daño de las articulaciones. Esos medicamentos son fenomenales. Con los medicamentos biológicos, vas a sentirte mejor en la mañana, vas a tener un día productivo, vas a sentir la mejoría, vas a poder abotonarte la camisa, ponerte los zapatos, abrir una perilla de la puerta. Los biológicos llegaron para quedarse”, afirma Borges Bonilla.
Optimización del tratamiento, garantía de una vida plena
Borges Bonilla reconoce que sus visitas recurrentes al especialista, su franca comunicación con el reumatólogo y hacerse todas las pruebas y radiografías requeridas para reevaluación y seguimiento del tratamiento, le han permitido tener bajo control su enfermedad y optimizar su tratamiento.
No ha tenido efectos adversos a su terapia biológica, pero sabe que puede ocurrir como con cualquier otra medicina. Por eso, aconseja que, si estás en tratamiento y aún sientes dolor o inflamación en las articulaciones, o no te sientes bien, hables con tu médico y le preguntes sobre otras alternativas de tratamiento adecuadas para ti.
Recomendaciones para las personas con artritis reumatoide
Borges Bonilla recomienda a quien padece artritis reumatoide realizar actividad física diaria moderada, como por ejemplo, caminar, bailar o involucrarse en actividades de la comunidad que no cuenten como trabajo remunerado. “Te vas a sentir tan bien”, dice Borges Bonilla con alegría.
Disfrutar de algún pasatiempo relajante, como escuchar música o coleccionar sellos, y mantener una actitud positiva, pueden ayudar a tu bienestar.
Para quien no sabe si tiene artritis reumatoide, Borges Bonilla sugiere estar alerta a las señales. “Si te duelen más de tres articulaciones, busca ayuda. Eso no es normal, ve al especialista. Es bien importante la detección a tiempo”, puntualiza.
Si sospechas tener artritis reumatoide y tu médico primario no te da un referido para el reumatólogo, comunícate con la Fundación FER al (787) 717-1030 para que te ayuden a canalizar el referido.
FER también provee servicios de transportación gratis para las citas con el especialista, educación al paciente, orientación sobre tratamientos eficaces disponibles e información sobre programas de copago para adquirir los medicamentos.
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