Bárbara Abadía Rexach narra su experiencia al descubrir, "por curiosa y desobediente", el reporte sobre diagnóstico de cáncer dirigido a su progenitora
Bárbara Abadía Rexach narra su experiencia al descubrir, "por curiosa y desobediente", el reporte sobre diagnóstico de cáncer dirigido a su progenitora
En 2009, por curiosa y desobediente, me enfrenté a la peor noticia que he recibido en mi vida. Abrí el sobre que contenía los resultados de un estudio que le habían hecho a mi madre. Leí: cáncer de colon con metástasis al hígado. Decidí guardar el secreto. No fue hasta que el cirujano salió a decirnos: “Ella tendrá que recibir quimioterapias” que confirmé lo que me negaba a aceptar. Todavía, prevalecen los cuestionamientos de por qué se fue a destiempo. El coraje con un par de médicos que no hicieron nada para detectar su condición antes de que llegase a estadío cuatro sigue intacto. En un par de días, se cumplirán ocho años sin que pueda verla, escucharla ni sentir sus abrazos cálidos.
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