Otro modelo de perseverancia es el del exboxeador Prichard Colón que quedó en estado vegetativo tras una paliza ilegal frente al invicto Terrell Williams, 14-0, en Fairfax, Virginia, en octubre de 2015, con la anuencia del referí Joe Cooper pues no se cansaba de golpear detrás de la nuca, llamado envío de conejo, lo que afecta inmediatamente la reacción positiva del cerebro en el lóbulo occipital y que es, por así decirlo, la fábrica visual.