La Bolera Paradise, en el corazón de la carretera de El Matadero, a un costado de Puerto Nuevo, siempre ha sido el semillero de los mejores bolicheros de Puerto Rico, y ninguno de ellos olvida a Gino Valencia, el respetuoso y cariñoso gerente general, que hacía de su trabajo un guiño de placer a la vida y era muy querido por sus vecinos de Villa Nevárez.