Por los pasados años, era algo que solo se comentaba en círculos de fanáticos, periodistas y observadores del deporte en general. La noción era que el deporte de las artes marciales mixtas (MMA, por sus siglas en inglés) y su principal compañía, Ultimate Fighting Championship (UFC) le estaba robando fanáticos al boxeo. Era solo una percepción, con pocas referencias concretas para probarlo.