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prima:El COVID-19 y la pulsión de muerte

Ese vivir la vida cucando el riesgo y jugando a la ruleta rusa con la pulsión de muerte es más común de lo que queremos admitir. El problema es que, en medio de una pandemia, esas prácticas mortíferas nos ponen en riesgo a todos, escribe Alfredo Carrasquillo

1 de diciembre de 2020 - 10:00 AM

Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.
FILE--Argentine soccer ace Diego Maradona celebrates his goal against Newell's Old Boys in this Sept. 14, 1997 file photo. Maradona received a two-year suspended sentence for the 1994 shooting incident involving four journalists, a local news agency said Friday, June 12, 1998. The judge's ruling clears the way for the former Argentine national team captain to travel to France for the World Cup. Maradona is expected to be a color commentator for several television networks covering the month-long competition. (AP Photo/Eduardo Di Baia) (EDUARDO DI BAIA)

Fuimos muchos los que sufrimos la muerte de Diego Armando Maradona, un ícono del fútbol para numerosas generaciones. Sospecho que, además de su grandeza como atleta, parte de la atracción de Maradona radicaba en los efectos de identificación que producía. El Diego tenía la capacidad de regalarnos espejos en los que mirar nuestras propias batallas. Con sus altas y sus bajas, sus adicciones, desbordes y repeticiones, así como con sus intentos de contenerse y lograr cierto bienestar en medio del dolor de existir, Maradona nos recordaba nuestra compleja humanidad y esa extraña, pero al mismo tiempo muy íntima capacidad que tenemos para elegir aquello que nos genera malestar y nos pone en riesgo.

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