Los estudiantes se decidieron por no quedarse sentados y cruzar el río -como Juan Antonio Duda del cuento inconcluso del argentino Rodolfo Walsh- reflexiona el escritor Cezanne Cardona.
Los estudiantes se decidieron por no quedarse sentados y cruzar el río -como Juan Antonio Duda del cuento inconcluso del argentino Rodolfo Walsh- reflexiona el escritor Cezanne Cardona.
Las balas no le tumbaron los espejuelos. Sí atravesaron la guayabera blanca, la carne del pecho, los pulmones, quien sabe si hasta el corazón. Pero ninguna de las balas se metió con aquellos anteojos de cristal y pasta. Tampoco lo hicieron los militares de la ESMA que pusieron su cuerpo al lado de otros cadáveres. “Era Rodolfo, lo supe por los espejuelos”, dijo uno de los sobrevivientes. La muerte no puede llevárselo todo a la vez. Siempre se le cae algo por el camino. Y ese día la muerte olvidó llevarse por completo el último cuento de Rodolfo Walsh.
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