Hace ya tiempito una agencia de noticias reseñó una nota muy interesante en términos lingüísticos. Le cuento. Una camarera de un pub muy conocido en E.U., y aquí, ganó un concurso de ventas de cerveza. Cuando llegó el momento de la entrega del premio, y convencida de que había ganado un TOYOTA® del año, fue felizmente fue escoltada hasta el estacionamiento del restaurante, con los ojos vendados. Para su sorpresa, cuando se quitó la venda, el premio fue un toy Yoda (sí, un muñeco del Jedi verde de Star Wars, ese mismo). La camarera, ridiculizada ante sus compañeros de trabajo, renunció a su trabajo y demandó al pub por incumplimiento de contrato y tergiversación fraudulenta. ¿Y dónde está la lingüística? Le explico, pero recuerde que esto ocurrió en inglés oral. Dubinsky nos dice que el nombre Toyota® y la frase de dos palabras toy Yoda tienen la fuerza en la sílaba yo. A este “inofensivo” detalle súmele que la [t] de Toyota®, en inglés oral, suena muy similar a una [d] cuando está entre vocales, en este caso la [a] y la [o]; algo así como [toióda]. En fin, que en términos fonéticos ambos sonidos son casi idénticos en inglés oral espontáneo, en esas circunstancias. ¿Y la demanda? Jeje, el caso se transó, y nuestra afortunada camarera escogió el modelo de Toyota® que se le antojó. Me despido hasta mañana, deseándole un buen día y que, cuando llegue Erika “la fuerza lo acompañe”.
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TOYOTA®
Aida Vergne habla de las confusiones en términos fonéticos.