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Huracanes
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¿Qué conocimientos de supervivencia básicos debes tener ante el azote de un huracán?

Ante la amenaza de un huracán, lo mejor es estar preparado. Las siguientes recomendaciones pueden ayudarte a planificar tu supervivencia y la de tus seres queridos

10 de junio de 2022 - 12:00 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 2 años.
La reanimación cardiopulmonar y los primeros auxilios pueden enseñarse juntos o tomarse como cursos separados. (Shutterstock)

La actual temporada de huracanes, que empezó el 1 de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre, se caracterizará por ser el séptimo año consecutivo con actividades ciclónicas por encima de lo normal, confirmó la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés). Por consiguiente, es importante que la ciudadanía se prepare con tiempo para garantizar su seguridad.

Por esta razón, el oficial regional de desastres de la Cruz Roja Americana Capítulo de Puerto Rico, Joseph Guzmán, brindó recomendaciones para que las personas puedan planificar su supervivencia.

“Tenemos que hablar de la necesidad de adiestrarnos específicamente en primeros auxilios, RCP y DEA. Es importante contar con estas certificaciones para ayudar a las personas. Esto nos permite estar preparados para poder responder ante distintas situaciones que puedan ocurrir por una emergencia dentro del hogar y fuera del hogar”, explicó Guzmán.

La reanimación cardiopulmonar (RCP) y los primeros auxilios pueden enseñarse juntos o tomarse como cursos separados. La gran diferencia entre la RCP y los primeros auxilios es que la RCP se centra únicamente en aprender a realizar la reanimación cardiopulmonar y reconocer los casos en los que debe realizarse. No obstante, en las clases de primeros auxilios, también, pueden enseñar RCP, pero además se enseña dentro de un contexto más amplio de cómo las personas necesitan responder a muchas lesiones o enfermedades diferentes. Mientras que en el DEA, las personas aprenden cómo usar desfibriladores externos automatizados, según la página de internet de la Cruz Roja Americana.

Estas certificaciones se deben obtener de agencias reconocidas como la Cruz Roja Americana y los cursos duran entre 2 y 5 horas y media.

“Si nosotros estamos en una emergencia, que, en este caso, es un huracán, y tenemos una situación con un familiar, por ejemplo, que tenga un bajón de azúcar, tener los conocimientos de primeros auxilios, nos ayuda a poder manejar esta situación”, ejemplificó Guzmán.

De igual forma, mencionó que, ante un huracán, las personas trabajan con sistemas alternos como las estufas de gas y los generadores eléctricos, por la falta de energía eléctrica. Esto puede provocar algún tipo de accidente como las quemaduras.

“Saber esos procesos de primeros auxilios, de cómo trabajar ese tipo de lesión y ese tipo de quemaduras, evita que estas lesiones o quemaduras puedan redundar en un tipo de situación grave”, añadió Guzmán.

Atención a los adultos mayores y a las personas con diversidad funcional

Ante el paso de un huracán, hay un sector de la población que estará en mayor riesgo: los adultos mayores y las personas con diversidad funcional. Sus cuidadores deben conocer bien sus necesidades para salvaguardar sus vidas.

En el caso de los adultos mayores, Guzmán expresó que sus cuidadores deben comprender las necesidades médicas, y las condiciones físicas y cognitivas que puedan afectar la capacidad de respuesta de esa persona durante una emergencia.

“Por ejemplo, basado en las necesidades físicas, con lo que es la transportación, si la persona necesita transportarse a un lugar seguro como un refugio, nosotros tenemos que entender cómo podemos apoyar a esos adultos mayores para que puedan tener esa movilidad para poder transportarse”, abundó Guzmán.

De igual forma, dijo que, con respecto a las condiciones médicas, tanto para los adultos mayores como para las personas con diversidad funcional, sus cuidadores deben tener un plan B si necesitan mantener medicamentos en condiciones frías o para operar equipo médico, en caso de que no haya energía eléctrica.

Además, se debe construir una red de apoyo para los adultos mayores y las personas con diversidad funcional. En la medida que sea posible, prepararlos para que puedan ser autosuficientes en caso de una situación de emergencia.

“A estas personas se les puede ayudar a identificar y conseguir los recursos que se necesitan para responder. También, pueden ayudarles después del desastre”, expresó Guzmán.

Después del huracán, la dificultad que los adultos mayores y las personas con diversidad funcional pueden enfrentar es la obstaculización de las carreteras producto de los escombros, obstruyendo las rutas de salida que habían planificado. Por esta razón, es importante la red de apoyo, ya que los vecinos podrían responder ante esta situación, indicó Guzmán.

Las tormentas tropicales o huracanes no se pueden detener, pero sí se pueden tomar las medidas necesarias con anticipación para protegerse.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.

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