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Aunque un estudio reciente de la Asociación Americana del Pulmón (ALA) concluyó que la calidad del aire en Puerto Rico es buena, científicos y salubristas locales levantaron cuestionamientos sobre ese resultado, debido a que solo se muestrearon ocho de los 78 municipios y a que la Red de Muestreo –integrada por 19 estaciones a través de la isla– no está funcionando a máxima capacidad.
De acuerdo con los expertos, si la muestra fue tan limitada y las estaciones de la Red no operan a cabalidad, el resultado del estudio pudiera estar subestimado y, por consiguiente, más personas estarían respirando aire con niveles de material particulado (mezcla de partículas sólidas y gotas líquidas en el aire) o de ozono perjudiciales para la salud.
“Necesitamos muestrear para saber lo que hay porque, lo que no se mide, no existe”, resumió el ecólogo e ingeniero Carl Soderberg, miembro del Comité de Expertos y Asesores sobre Cambio Climático y exdirector de la División de Protección Ambiental del Caribe de la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA).
“En un país en bancarrota, donde se ven que los primeros cortes es en las agencias ambientales, que no tienen suficiente personal, equipos ni presupuesto; entonces, se hace difícil velar por la calidad de aire”, expresó, por su parte, el doctor Osvaldo Rosario, asesor científico del Colegio de Químicos de Puerto Rico.
“Necesitamos información actualizada y confiable. Todas las (muestras) privadas se colgaron esta semana que había bruma, pero decían que la calidad de aire era buena”, añadió el doctor Benjamín Bolaños, director de la Estación de San Juan de la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología.
Anualmente, la ALA publica un informe sobre la calidad del aire en Estados Unidos y sus territorios. El informe, llamado “Estado del aire”, se nutre de datos de monitores de calidad a través de la nación, a fin de determinar los niveles de contaminación, factores de riesgo y clasificaciones de las ciudades.
En el caso de Puerto Rico, el informe solo presenta datos de ocho pueblos, los cuales recibieron una clasificación de A. Cataño, Bayamón y Mayagüez reportaron no tener presencia de ozono, mientras que Adjuntas, Bayamón, Caguas, Fajardo, Guaynabo y Ponce informaron no tener contaminación por material particulado.
Red incompleta
Los datos sobre la calidad del aire utilizados en el informe provienen de sitios oficiales de monitoreo en Estados Unidos. Sin embargo, la Red de Muestreo de Puerto Rico –adscrita al Área de Calidad de Aire (ACAi) de la Secretaría Auxiliar de Cumplimiento Ambiental del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA)– está incompleta, reconocieron algunas de sus directivas.
Varias de las estaciones se afectaron tras el paso del huracán María, en septiembre de 2017, y aún no han sido reparadas, lo que se combina con problemas de falta de personal y de comunicación interna.
En consecuencia, el informe sobre la calidad de aire que la ACAi publicaba diariamente en su plataforma digital ya no se ofrece, dejando a las personas –sobre todo, a quienes padecen condiciones respiratorias– huérfanas de información sobre potenciales peligros a la salud pública.
“Tenemos estaciones en operación, pero algunas están sin operar por falta de personal. Hemos tenido una reducción de personal y eso complica el manejo de la Red (de Muestreo)”, admitió Amarilis Rosario Ortiz, gerente del ACAi.
Rosario Ortiz y Lucía Fernández, jefa de la División de Muestreo de Aire, Validación y Manejo de Datos del ACAi, informaron que, de las 19 estaciones de monitoreo, tres no están funcionando y ubican en Guaynabo, San Juan y Adjuntas.
A nivel de Estados Unidos, el informe de la ALA encontró que, después de décadas de progreso en la limpieza de las fuentes de contaminación del aire, casi el 36% de la población o 119.6 millones de personas viven en lugares con calificaciones bajas por niveles nocivos para la salud de ozono o contaminación por material particulado.
Simultáneamente, entidades internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), han advertido que la calidad del aire en el planeta sigue deteriorándose por el aumento de emisiones. Las industrias energética y automotriz figuran entre los principales contaminantes.
Bajo revisión
De otra parte, las directivas del ACAi informaron que, al presente, se realiza la revisión anual de la Red de Muestreo, la cual propone cambios, como el cierre de algunas estaciones. La propuesta se someterá a la EPA para aprobación y se extendería por 18 meses, comenzando en julio próximo y culminando en diciembre de 2024.
Rosario Ortiz y Fernández anticiparon que uno de los cierres propuestos es el de la estación de Cataño, que mide ozono. Reconocieron, incluso, que esta estación ya no está operando, porque el DRNA entiende que el área está cubierta por otra que hay en Bayamón. La estación de Cataño sería relocalizada, entonces, entre Arecibo y Barceloneta.
El Plan de Muestreo de Aire para Puerto Rico 2022 ya advertía de algunas dificultades, entre las que destacan la falta de personal para el mantenimiento, los chequeos y el manejo de datos de la Red.
“El personal responsable de estas funciones actualmente son solo dos técnicos de campo, un técnico de electrónica y dos estadísticos”, se indica en el documento revisado por El Nuevo Día. Las directivas del ACAi no precisaron si este panorama persiste o ha cambiado.
En 2018, la EPA informó que el Laboratorio Analítico de la desaparecida Junta de Calidad Ambiental –ahora adscrita al DRNA–, en San Juan, se había afectado por el huracán María, y alertó que su plena operación urgía para el cumplimiento de importantes regulaciones, como la Ley federal de Aire Limpio. Dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre, plomo, material particulado, ozono y monóxido de carbono son algunos de los contaminantes medidos en las estaciones de muestreo.
Ayer, Elías Rodríguez, subdirector de Asuntos Públicos de la Región 2 de la EPA, a la que Puerto Rico pertenece, admitió que ha habido situaciones que han afectado la Red de Muestreo.
“Algunos de estos sitios y monitores han estado fuera de servicio durante períodos prolongados debido a diversos desafíos, como eventos naturales (huracanes y terremotos), falta de personal, restricciones presupuestarias, demoras en los equipos y cierres debido a la pandemia (de COVID-19)”, dijo por escrito, al insistir en que se supone que el gobierno opere 19 estaciones de muestreo, con 43 monitores de calidad de aire.
Mencionó que la EPA trabaja con el DRNA para atender las situaciones, incluyendo la otorgación de $247,500 del Financiamiento de Monitoreo de Calidad del Aire Mejorado bajo el Plan de Rescate Estadounidense. Con este dinero, indicó Rodríguez, se espera que el DRNA adquiera los equipos necesarios para reparar y mejorar la Red.
“Da vergüenza ajena”
Para Soderberg, es lamentable que, a cinco años del huracán María, aún no se hayan atendido los daños en la Red.
“Que reduzcan (estaciones), en vez de expandir, da vergüenza ajena. Eso te demuestra lo importante que es el medioambiente para el gobierno. Que dejen de poner excusas, porque tienen dinero del gobierno federal (para mejorar la Red cuanto antes)”, manifestó.
Recordó, de paso, que, en Puerto Rico, hay dos áreas que incumplen con los parámetros de dióxido de azufre permitidos por la EPA. Una de esas zonas de “no logro” es la de Salinas-Guayama, donde la principal fuente de contaminación es el complejo generatriz Aguirre, de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE). La otra zona de incumplimiento es en el área metropolitana y cubre todo Cataño, además de partes de San Juan, Guaynabo, Bayamón y Toa Baja. El dióxido de azufre es irritante a los ojos, garganta y vías respiratorias.
“El gobierno de Puerto Rico, por ley, tenía que someter un plan de cómo llevar esas zonas a cumplimiento. Se sometió, en diciembre pasado, y se suponía que cumplieran para el 8 de abril. Si no, fuerzan a la EPA a que tome medidas, como desarrollar un plan alterno (correctivo) y negar nuevos desarrollos que impliquen más emisiones”, alertó.
Agregó que la EPA también informó, recientemente, sobre varias comunidades que viven cerca de fábricas que usan óxido de etileno, un gas cuya exposición puede causar cáncer. Los afectados son personas que viven en Villalba, Salinas, Fajardo y Añasco, cerca de compañías de esterilización de dispositivos médicos.
Por su parte, Rosario destacó que, sin los vientos alisios, la calidad de aire en Puerto Rico sería aún peor.
La principal fuente de contaminación en el país, recalcó, son las termoeléctricas, que queman combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural). Avisó sobre otras fuentes “que han tomado auge”, como las plantas de asfalto en Caguas, Toa Alta, Barranquitas y Bayamón, y las emisiones de los camiones.
Alza en pacientes
Desde la perspectiva médica, los doctores Gerardo Tosca, presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría, y Luis Nieves Garrastegui, expresidente de la Sociedad Puertorriqueña de Neumología, señalaron que han notado un alza reciente de pacientes con problemas respiratorios.
“Hay mucha gente con alergias, estornudos, conjuntivitis, irritación de garganta y también en la piel”, dijo Tosca, al señalar que el polvo del desierto del Sahara es otro desencadenante perjudicial a la salud.
Nieves Garrastegui comentó, entretanto, que algunos de sus pacientes se han mudado a pueblos como Rincón y Cabo Rojo, donde hay menos contaminación de aire. Añadió que personas propensas a alergias y condiciones respiratorias deben reconocer sus síntomas y tener medicamentos a la mano para evitar complicaciones.
Mientras, Bolaños enfatizó en la necesidad de que los monitores de calidad de aire del gobierno estén en funcionamiento, para advertirle a la población cuando haya eventos que requieran que se protejan y tomen medidas.
Agregó que las Estaciones de Detección de Aeroalérgenos del Exterior de San Juan y Caguas, que él dirige, ayudan al identificar hongo, polen y otros contaminantes naturales del exterior, pero no están diseñadas para identificar los contaminantes que regula la EPA.
Por último, Rosa Hilda Ramos, líder comunitaria de Cataño y ambientalista, reiteró la importancia de que el aire esté libre de contaminantes. “Los pulmones están hechos para respirar oxígeno, no tienen defensas contra otras partículas”, dijo.