:format(jpeg):focal(733x454:743x444)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gfrmedia/W2TS2XWHZZBRTFRUI5FTFRDNW4.jpg)
Washington D.C. – Ante el Congreso de Colombia, Casa Pueblo presentó su modelo en favor de la energía solar, que, según el liderato de la organización, en Adjuntas ha demostrado que producirla en el hogar “genera riqueza propia” y “mejora la calidad de vida”.
A seis años del huracán María, que causó una catástrofe en Puerto Rico, la entidad ha desarrollado -“sin fondos de gobierno ni asignaciones federales”- la iniciativa “Adjuntas, Pueblo Solar”, con más de 400 proyectos y el respaldo de la Fundación Honnold, indicó Arturo Massol Deyá, director ejecutivo de la organización que promueve la autogestión.
“Estamos mejor preparados para días difíciles”, señaló Massol Deyá, en un mensaje que fue leído por la doctora Natasha de León, representante de la junta de directores de Casa Pueblo y profesora de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, en una audiencia ante el Parlamento y el Ministerio de Energía de Colombia.
“Hemos trabajado colmados en la ruralía y comercios de alimentos preparados; infraestructura crítica, como los bomberos, emergencias médicas, la escuela elemental y dos hogares de adultos mayores; y las comunicaciones con Radio Casa Pueblo y su torre de transmisión operando autónomamente. Hicimos el cine solar para entretenimiento y rescatamos una zona urbana abandonada con esculturas funcionales en el Bosque Solar”, agregó el director ejecutivo en su ponencia.
La presentación de Casa Pueblo se da dentro del Encuentro Internacional de Energías Comunitarias, que se celebra desde el lunes hasta, mañana, miércoles, en Bogotá. Los participantes, que representan iniciativas de varios países latinoamericanos, fueron invitados a hablar ayer, lunes, ante el Congreso colombiano.
Massol Deyá expresó que, en Puerto Rico, “la infraestructura eléctrica -recientemente privatizada- sigue dependiente de la quema de petróleo, gas o carbón en centrales termoeléctricas que utilizan líneas de transmisión y distribución para llevar la energía hasta el lugar del consumo”.
“Este modelo es costoso y de alta dependencia y vulnerabilidad. Además, los productos de combustión -gases o cenizas- son dañinos para la salud de nuestra gente, para los recursos naturales y sobrecalientan el planeta”, sostuvo.
El profesor de Biología del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico afirmó que “la urgente necesidad de atender el sistema eléctrico del país no puede consistir en reconfigurar y realambrar lo mismo”, por lo que opinó que se debe pasar “de la mera aspiración a la construcción de un modelo energético responsable y justo”.