:format(jpeg):focal(2045x1255:2055x1245)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gfrmedia/QK4TW4UUU5DNXJDC4OYQYCKBRA.jpg)
Washington D.C. – Sectores conservadores presionan para desfinanciar el desarrollo del Museo Latino que el Congreso aprobó crear bajo la tutela del Instituto Smithsonian en medio de críticas por el contenido –incluidos asuntos de Puerto Rico y su diáspora– de exhibiciones que se presentan como preludio a su construcción.
La batalla se ha desatado en momentos en que el Instituto Smithsonian ordenaba una exhibición sobre movimientos juveniles latinos y los derechos civiles en Estados Unidos, según un reportaje de la revista Time.
Ante la oposición de sectores conservadores a los temas que se han propuesto, la exposición sobre los derechos civiles va a ser sustituida por una dedicada a la música de salsa, para no causar “controversias”.
“Si los conservadores se toman en serio las guerras culturales, definitivamente deberían retirar fondos a este museo”, indicó a la revista el puertorriqueño Alfonso Aguilar, presidente de la Alianza Latina por los Principios Conservadores y quien fue miembro de la comisión proestadidad del gobierno de Ricardo Rosselló Nevares.
En un artículo de opinión en The Hill, en agosto de 2022, Aguilar; Joshua Treviño, director de la Fundación de Política Pública de Texas; y Mike González, experto del grupo de opinión The Heritage Foundation, abogaron por quitarle el financiamiento al Museo Latino, molestos por el contenido de la exhibición “Presente”, en la Galería Latina de la Familia Molina, en el Museo Nacional de Historia Americana, en la capital federal.
En específico, Aguilar, Treviño y González criticaron que “Presente” acentuara asuntos como que Estados Unidos le quitó un tercio de su territorio a México, que “los cubanos vinieron aquí buscando oportunidades económicas, no escapando de la barbarie comunista” y que la “revolución de Texas fue una defensa de la esclavitud contra un México abolicionista”.
La exhibición sobre los derechos civiles y la juventud latina, que organizan los historiadores Johanna Fernández y Felipe Hinojosa, quería inaugurarse en 2025 en la Galería Latina de la Familia Molina, dando continuidad a “Presente” y como otro preludio del Museo Latino, cuya construcción puede tardar una década y requerir entre $700 millones y $1,000 millones, la mitad de los cuales serían fondos federales.
La exhibición se puso en pausa a finales de 2022.
Fernández e Hinojosa consideran que había oposición a temas como la primera declaración de derechos del paciente, que presentó el grupo puertorriqueño Young Lords; las huelgas estudiantiles de 1968, que denunciaron la discriminación; y el énfasis en los temas ambientales tras la catástrofe causada por el huracán María en Puerto Rico, en 2017.
“Preferirían tener este tipo de historia lineal de inmigrantes estadounidenses que vienen a este país, encuentran oportunidades, triunfan y se asimilan, en lugar de la colocación de la bandera puertorriqueña en lo alto de la Estatua de la Libertad, en 1977, en Nueva York”, indicó Hinojosa, profesor de Historia en Baylor University.
El director del Museo Latino, Jorge Zamanillo, dijo a la publicación que cambiaron la idea de la exhibición, porque la historia de la salsa tendría “un atractivo más amplio”.
El pasado 19 de julio, el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes aprobó desfinanciar el desarrollo del Museo Latino en el año fiscal 2024. Luego, permitieron que se asignen fondos, después de que el Smithsonian, según congresistas republicanos, se comprometió a revisar el proceso por el cual se selecciona el contenido de las exhibiciones.
Como miembro del Comité de Asignaciones, el congresista Mario Díaz Balart (Florida), de origen cubano y copresidente de la Conferencia Hispana Republicana, votó en contra de permitir que se asignen fondos al Museo o la Galería Latina de la Familia Molina en el próximo año fiscal federal, tras expresar que estaba ofendido por el contenido de la exhibición “Presente”.
Luego de una reunión con el secretario del Smithsonian, Lonnie Bunch III, Díaz Balart y el otro copresidente del grupo de congresistas republicanos hispanos, Tony Gonzales (Texas), indicaron en un comunicado de prensa que el Instituto Smithsonian “entendió la desafortunada imagen, hasta insultante, que la galería tenía de nuestra comunidad”.
“Según la conversación, el Smithsonian se ha comprometido seriamente a rectificar sus acciones. Se han realizado cambios de procedimiento en la revisión del contenido y el liderazgo”, indicaron Díaz Balart y Gonzales, a nombre de su conferencia, a la que pertenece la comisionada residente en Washington, Jenniffer González, quien, a su vez, es la representante de los republicanos de la Cámara baja ante la Junta de Síndicos del Museo Latino.
Los congresistas Díaz Balart y Gonzales ahora piensan que podrán convencer a sus colegas para permitir que el flujo de fondos para el Museo Latino siga adelante.
No obstante, en un segundo artículo en The Hill, Aguilar, Treviño y González exhortaron al Congreso a no creer en el Smithsonian, y argumentaron que los primeros esfuerzos del Museo tienen “una narrativa marxista”.
Para el profesor Hinojosa, la tragedia de todo esto es que se busca controlar “el futuro de la historia latina” en Estados Unidos.
“Este es un caso de cubanos ultraconservadores de la derecha determinando la historia de los latinos en Estados Unidos que se puede contar”, indicó la historiadora Fernández, profesora del Baruch College.
De todos modos, los historiadores indicaron que planifican seguir adelante con su exhibición, que esperan esté lista para 2027 y pueda presentarse en el Museo Nacional de Historia Americana, aunque no en la Galería Latina de la Familia Molina.