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Eres una madre o una mártir
Eso no te hace ni buena ni mala
Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 14 años.
22 de marzo de 2011 - 11:38 AM
El doctor James Lelman, terapeuta graduado en la Universidad de Boston, especializado en la educación de niños y jóvenes con problemas de comportamiento y creador del Programa de transformación total del niño y el adolescente, habla sobre el tema.
Dice haber conocido a varias mujeres, una de ellas lucía exhausta y frustrada porque había estado peleando en la escuela, con su familia y con todos desde el nacimiento de su hijo. El niño tenía un problema de aprendizaje y también de comportamiento y, cuando llegó a los 15 años, se dio cuenta de que no tenía que hacer mucho. Para la madre la historia era diferente. Ella trabajaba muy duro para asegurarse de que su hijo no tuviera ningún problema. Desde que le levantaba en las mañanas hasta que le hacía sus tareas escolares y arreglaba en la escuela los problemas causado por el comportamiento del niño, ella hacía todo lo que el hijo debía haber aprendido a hacer hasta que llegó a la adolescencia. Cuando finalmente buscó ayuda, su hijo había sido expulsado del colegio y andaba en muy malas compañías.
El doctor Lelman le dijo que su papel de mártir no la iba a convertir ni en buena ni en mala madre, simplemente era inefectivo para ayudar al niño a desarrollar sus tareas y a aprender a hacer bien las cosas. "Si usted es una madre mártir que hace todo para sus hijos, debe aprender a dejar ese papel y empezar a enseñarles la verdadera responsabilidad. El padre o madre mártir no es simplemente quien hace mucho por los hijos o con los hijos. La mamá que lleva a su hijo a los juegos de fútbol y luego corre a dejar a la hija en las clases de ballet, no es una mártir. El padre que en lugar de ir a jugar golf los sábados va al juego de básquet de su hijo y luego lleva a los amigos a comer pizza, tampoco es un mártir. El término ‘mártir' se refiere a toda paternidad o maternidad que tiene características específicas", dice el experto.
Los padres mártires tienen dos grandes temores: que su hijo se decepcione y se dé por vencido o que se comporte mal. Son padres que tienen una inmensa ansiedad cuando los hijos tienen cualquier incomodidad o mal momento. Constantemente se preocupan de que sus hijos no van a lograr salir adelante por sí solos y, en busca del desarrollo de su autoestima impiden el desarrollo de sus propias habilidades. "¿Cómo logran los niños enfrentarse a las habilidades? Manejando la adversidad y no hablo de la adversidad artificial que es controlada por el padre, hablo de los problemas reales que se presentan cuando un niño tiene una tonelada de tareas y no las puede hacer porque debe ir a práctica de fútbol o porque se pasó viendo tele o porque ha roto alguna regla de la escuela y está castigado", según el experto.
Dice que cuando un niño está preocupado porque tiene demasiados deberes, es función de los padres ayudarle a establecer horarios para el trabajo de la escuela para que pueda cumplir las mismas tareas que cumplen sus compañeros, teniendo en cuenta que poseen iguales habilidades. Si un niño rompe las reglas escolares, los padres deben ayudarle a aprender de esa experiencia y no liberarle de las consecuencias. "Cuando un padre o madre mártir percibe que su hijo está angustiado por el exceso de tareas, escoge pelear con la escuela para lograr que todo sea menos estresante para el hijo o simplemente hacen ellos el deber. Sabe que eso no está bien, pero intenta resolver el problema mediante escudos protectores y termina haciendo el trabajo del hijo".
Razones por las que el martirio no funciona
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