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Fernando L. Enríquez descubrió su pasión por la joyería, y su destino cambió. (Suministrada)
Fernando L. Enríquez descubrió su pasión por la joyería, y su destino cambió. (Suministrada)

Hace más de tres décadas, el puertorriqueño Fernando L. Enríquez supo que su futuro estaba en el mundo de la joyería y no se equivocó, pues ha sido una profesión a la que se ha dedicado con pasión y ahora asume el importante encargo de ser el primer embajador puertorriqueño de la prestigiosa casa de diamantes Samer Halimeh para el mercado hispano.

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