Nota de la editora: este el quinto artículo de la serie “Crisis energética”, que analiza la situación del sistema eléctrico de Puerto Rico.
Mientras Puerto Rico lidia con el encarecimiento de los combustibles fósiles, el pobre estado de su sistema eléctrico y los disloques logísticos que ha provocado la pandemia del COVID-19, también tendrá que apretar el paso en otro frente: reemplazar su actual flota automotriz a una flota de vehículos eléctricos (EVs).