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Tras una espera de ocho días para recibir la autorización federal que permitirá descargar diésel en el terminal de Peerless Oil & Chemical, el gerente general de la empresa mayorista dijo estar satisfecho con la decisión de Washington y reiteró que actuó pensando en Puerto Rico primero.
“Agradecido por toda la gente que contribuyó a que (la decisión) se diera. Esto era lo que queríamos, que entrara diésel al país porque la verdad es que no hay suficiente”, expresó Luis Vázquez, gerente general de Peerless.
Señaló que cuando habló con el suplidor British Petroleum (BP) el martes de la semana pasada, solicitó ayuda para traer el combustible a Puerto Rico porque hacía falta. El huracán Fiona había dejado sin electricidad a gran parte del país y temía que el inventario de diésel no fuera necesario para correr al país con generadores.
BP, entonces, desvió el rumbo de una de sus barcazas que iba con destino a Europa. La embarcación con bandera de las Islas Marshalls salió de Texas, así que gestionó el permiso con el Departamento de Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en inglés), ya que bajo las normas de cabotaje de la ley Jones de 1920, solo embarcaciones de la marina mercante de Estados Unidos pueden transportar bienes entre puertos estadounideses.
Vázquez insistió que Puerto Rico no cuenta con el inventario suficiente para la demanda de diésel que hay desde el paso de Fiona. Indicó que todos los días recibe “cientos de pedidos de clientes y hasta de competidores” solicitándole combustible.
Para él, esto es una señal clara de que se necesita tener aquí más producto. “Y aún estamos en la temporada de huracanes”, agregó.
Si todo fluye como esperado, la barcaza con bandera de Islas Marshall se acercará hoy, jueves, a las costas de Peñuelas. Esto, tras haber completado los trámites con la Guardia Costera, la Autoridad de Puertos y Aduanas, entre otras agencias.
El barco primero irá a las instalaciones de la antigua Corco a entregar entre 55,000 y 60,000 barriles de diésel a un suplidor de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), y luego llevará el diésel restante al terminal de Peerless. En total, la embarcación trae unos 300,000 barriles de combustible.
El proceso de descargar combustible toma, normalmente, entre 24 y 36 horas, desde que el barco se pega al muelle. Vázquez confía en que mañana se completará el proceso.
Peerless está a la espera de otro barco que traerá 185,000 barriles adicionales de diésel. Dicha embarcación es de bandera americana y debe llegar al terminal este sábado, 1 de octubre. El huracán Ian no ha atrasado esa travesía, según el entrevistado.
Preguntado si se arrepiente de haberle pedido producto a BP, sin contar primero con la dispensa a las leyes de cabotaje, Vázquez respondió que Puerto Rico está en una situación de emergencia y hay mucha gente que depende del combustible para sobrevivir.
“Si se necesita, se necesita. Es por el país, yo vivo aquí, mis familiares, amistades viven aquí”, expresó al agregar que hay que unirse para sacar adelante a Puerto Rico.