WASHINGTON - Donald Trump fue abucheado repetidamente mientras se dirigía a la Convención Nacional del Partido Libertario el sábado por la noche, con muchos en la multitud gritando insultos y censurándolo por cosas como sus políticas de COVID-19, la ejecución de déficits federales altísimos y mentir sobre su historial político.

Cuando subió al escenario, muchos le abuchearon mientras que algunos simpatizantes ataviados con gorras y camisetas de “Make America Great” le vitoreaban y coreaban “¡USA! ¡USA!“. Fue un raro momento en el que Trump se enfrentó cara a cara con detractores abiertos, algo muy inusual para alguien acostumbrado a organizar mítines ante multitudes que siempre le adoran.

Los libertarios, que dan prioridad a un gobierno pequeño y a las libertades individuales, suelen mostrarse escépticos con el expresidente, y su invitación a intervenir en la convención ha dividido al partido. Trump trató de quitarle hierro al asunto refiriéndose a las cuatro acusaciones penales contra él y bromeando: “Si antes no era libertario, ahora seguro que lo soy”.

Trump trató de elogiar a los “fieros defensores de la libertad en esta sala” y llamó al presidente Joe Biden “tirano” y “peor presidente de la historia de Estados Unidos”, lo que provocó que algunos en el público le gritaran: “Ese eres tú“.

Como los insultos continuaron, Trump finalmente devolvió el golpe, diciendo “no quieres ganar” y sugiriendo que algunos libertarios quieren “seguir recibiendo tu 3% cada cuatro años”.

El candidato libertario Gary Johnson obtuvo alrededor del 3% de los votos nacionales en 2016, pero el nominado Jo Jorgensen obtuvo solo un poco más del 1% durante la reñida contienda de 2020.

Los libertarios elegirán a su candidato a la Casa Blanca durante su convención, que concluye el domingo. La aparición de Trump también le dio la oportunidad de cortejar a los votantes que de otro modo podrían apoyar al candidato presidencial independiente Robert F. Kennedy, Jr. quien dio su propio discurso en la convención libertaria el viernes.

Las encuestas han demostrado durante meses que la mayoría de los votantes no quieren una revancha en 2020 entre Trump y el presidente Joe Biden. Esa dinámica podría impulsar potencialmente el apoyo a una alternativa como el candidato libertario o Kennedy, cuya candidatura tiene a los aliados de Biden y Trump preocupados de que pueda ser un aguafiestas.

A pesar del ambiente estridente, Trump siguió adelante con su discurso, diciendo que había venido “a tender una mano de amistad” en oposición común a Biden. Eso provocó un canto de “¡Queremos a Trump!“ de los partidarios, pero más gritos de “¡Acabemos con la Fed!“ - un estribillo común de los libertarios que se oponen a la Reserva Federal. Una persona que sostenía un cartel en el que se leía “¡No a los aspirantes a dictador!“ fue arrastrada por los servicios de seguridad.

Trump intentó ganarse a la multitud prometiendo incluir a un libertario en su Gabinete, pero muchos de los presentes silbaron en señal de incredulidad. El expresidente recibió una gran ovación cuando prometió conmutar la cadena perpetua del fundador del sitio web de venta de drogas Silk Road, Ross Ulbricht, y ponerlo potencialmente en libertad por tiempo cumplido.

Con ello se pretendía animar a los activistas libertarios que creen que los investigadores del gobierno se extralimitaron en sus investigaciones contra Silk Road y que, en general, se oponen a las políticas criminales contra las drogas. El caso de Ulbricht fue muy discutido durante la convención libertaria, y muchos de los cientos de asistentes al discurso de Trump enarbolaron carteles de “Liberad a Ross” y corearon la frase mientras hablaba.

A pesar de esas promesas, muchos de los asistentes se mostraron antagonistas. Uno de los candidatos que compiten por la nominación presidencial libertaria, Michael Rectenwald, declaró desde el escenario antes de que llegara el expresidente que “ninguno de nosotros es un gran admirador de Donald Trump”. Tras su discurso, Rectenwald y otros aspirantes libertarios a la Casa Blanca subieron al escenario para mofarse de Trump y de su discurso.

Muchos de los ocupantes originales de los asientos se mudaron, pero los organizadores acabaron trayendo más asientos para calmar los ánimos.

La división de los libertarios respecto a Trump fue reflejada por Peter Goettler, presidente y director ejecutivo del Instituto libertario Cato, quien sugirió en una columna del Washington Post que la aparición del expresidente violaba los valores fundamentales de la reunión y que “el partido político que pretende ser libertario ha hecho la transición a una identidad diferente”.

La campaña de Trump señaló que Biden no asistió a la convención libertaria, y argumentó que el hecho de que el ex presidente lo hiciera formaba parte de un esfuerzo continuo por llegar a posibles partidarios en lugares que no son mayoritariamente republicanos, incluido el mitin del ex presidente el jueves en el Bronx durante una pausa en su juicio por el dinero del silencio en Nueva York.

La candidatura libertaria intentará atraer el apoyo de los republicanos descontentos y de la izquierda. Estos votantes también podrían inclinarse por Kennedy.

Trump no insistió en Kennedy el sábado por la noche. Pero, después de elogiarlo previamente y una vez considerarlo para una comisión sobre la seguridad de la vacunación, el expresidente ha pasado al ataque contra Kennedy. Sugirió en las redes sociales que un voto por Kennedy sería un “voto de protesta desperdiciado” y que “incluso tomaría a Biden antes que a Junior”.

El expresidente, durante su mandato, se refirió a la vacuna COVID-19 como “uno de los mayores milagros de la historia de la medicina moderna”. Desde entonces ha acusado a Kennedy de ser un “falso” opositor a las vacunas.

En su discurso en la convención libertaria, Kennedy acusó a Trump y a Biden de pisotear las libertades personales en respuesta a la pandemia. Trump cedió a la presión de los funcionarios de salud pública y cerró empresas, dijo Kennedy, mientras que Biden se equivocó al obligar a vacunar a millones de trabajadores.

Por su parte, Biden ha promocionado la obtención del respaldo de muchos miembros de alto perfil de la familia Kennedy, en un intento de marginar la candidatura de su pariente.

Kevin Muñoz, portavoz de la campaña de reelección de Biden, arremetió contra Trump y los principales republicanos por oponerse al acceso al aborto y apoyar los límites a la sociedad civil, diciendo en un comunicado el sábado que “la libertad no es libre en el Partido Republicano de Trump y este fin de semana será sólo un recordatorio más de ello”.