

20 de mayo de 2025 - 6:27 PM
El 79% de los 7,322 confinados bajo custodia del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) se sometió ayer, lunes, a la prueba rápida del virus de la hepatitis C, detectándose la presencia de anticuerpos contra la infección en el 25% de los casos, informó este martes el secretario Francisco Quiñones Rivera.
“Ahora, hay que hacer pruebas de laboratorio a esas personas porque es parte del protocolo para confirmar que no haya falsos positivos”, explicó Quiñones Rivera sobre el próximo paso de esta ofensiva que el DCR inició para identificar nuevos casos de hepatitis C, frenar posibles contagios y hacer accesible el tratamiento médico a la población correccional, el cual no está disponible desde 2019.
En el caso de las pruebas de VIH/sida, el titular indicó que el 2% de las personas censadas también reflejó resultados positivos, pero igualmente tendrán que ser sometidos a análisis de laboratorio. “Esto quiere decir que estos números pueden bajar en alguna medida. Pero, hasta ahora, los números están como esperábamos, 25% reactivos a hepatitis C y 2%, al VIH”, indicó.
Previo a la iniciativa, el DCR tenía identificados a 1,273 confinados –la mayoría entre los 31 y 40 años– con un diagnóstico positivo de hepatitis C. Con estos resultados preliminares, de confirmarse mediante prueba de laboratorio, el número pudiera “duplicarse”, como la agencia había anticipado.
Respecto al 21% de los confinados que no accedió a someterse a las pruebas diagnósticas, Quiñones Rivera dijo que comenzarán nuevos esfuerzos dirigidos a alcanzar esta población. También, harán un cotejo entre los reos que ya tenían un diagnóstico de hepatitis C para descartar cualquier duplicidad en los resultados.
“Creo que es un número bueno (de pruebas realizadas), pero ciertamente esto es política pública y aquí se va a tener que censar el 100%. Así que apostamos a la voluntariedad a través de una campaña de orientación y otras estrategias que podamos diseñar porque es mandatorio y queremos que lo vean como una oportunidad para recibir servicios médicos”, expuso.
A nivel general, en Estados Unidos, la prevalencia de hepatitis C se estima en 1%, mientras que, en Puerto Rico, alcanza el 2.3%. Ahora bien, según el Reporte Estadístico del Programa de Salud Correccional más reciente, publicado en 2023, la condición de mayor prevalencia entre la población de confinados es la hepatitis C, con un 27%. Aun así, las personas no son sometidas a esta prueba una vez son ingresadas al sistema correccional.
Actualmente, existen tratamientos que han resultado ser efectivos en el 95% de los casos de hepatitis C en un período de ocho a 12 semanas, según la Organización Mundial de la Salud. Estos medicamentos orales, sin embargo, no han estado disponibles para la población correccional desde enero de 2019.
“Lo importante es salvaguardar la confidencia y que el fin sea uno de salud pública para dar un tratamiento. No se puede quedar en el vacío”, recalcó Quiñones Rivera sobre el esfuerzo que se realizó en conjunto con el Departamento de Salud y Physician Correctional, esta última como suplidora de los servicios médicos en el sistema carcelario.
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