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Mujeres de fe, sicólogas, representantes de gremios de abogacía y trabajo social en Puerto Rico y organizaciones feministas internacionales rechazaron este jueves los proyectos legislativos que pretenden restringir el derecho al aborto en Puerto Rico en la octava vista pública de la Comisión de lo Jurídico de la Cámara de Representantes.
“Nuestro rol como mujeres de fe no es uno de juicio, sino uno que ve en cualquier persona que considera una terminación de embarazo, una merecedora de un trato digno, compasivo, de respeto y acompañamiento profesional y espiritual”, abundó la doctora Ilia Vázquez Gascot en su ponencia en representación de un grupo de mujeres de fe.
La Comisión de lo Jurídico, presidida por Orlando Aponte Rosario, se encuentra examinando cinco medidas relacionadas a los derechos reproductivos: el Proyecto del Senado 693, que restringiría el aborto desde las 22 semanas de gestación; el Proyecto de la Cámara 1084, para prohibirlo desde que se escuche el latido del corazón; el Proyecto de la Cámara 1410, que busca que se consulte al pueblo en referéndum sobre cuál debe ser el estado de derecho; el Proyecto de la Cámara 715, para tipificar como doble asesinato la muerte de una mujer embarazada y definir el concepto de “concebido”; y el Proyecto de la Cámara 1403, que dispone la legalidad del aborto y su accesibilidad en la isla.
Vázquez Gascot indicó que los temas de la “educación sexual, los derechos reproductivos y la terminación de embarazos son algunos de esos temas que desafían a las comunidades de fe”.
Además, la sicóloga clínica especialista en atender casos de víctimas de violencia doméstica y agresiones sexuales, compartió un testimonio de una mujer cristiana que le compartió que había abortado tras un patrón de abuso por parte de su pareja, con la cual tenía tres hijos.
“Su argumento era que si esa criatura estaba experimentando el mismo sufrimiento que ella, esta no podía hacerle eso. A su juicio, ella le estaba librando del sufrimiento durante la gestación y el posterior que atestiguaría una vez naciera. La pregunta que se hacía no era si el aborto era bueno o malo. La pregunta era qué debía hacer en función de su realidad y circunstancias. Las mujeres no tienen temor y culpa por la decisión que toman, el temor que experimentan es por el ambiente de estigma y culpa, por las repercusiones familiares, laborales, sociales y hasta eclesiales que experimentan tras la decisión”, narró la doctora Vázquez Gascot.
Al mismo tiempo, participaron de la octava vista dos catedráticas del Departamento de Psicología de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras rechazaron las cuatro medidas que restringen el aborto y avalaron el Proyecto 1403.
“En este Proyecto de Ley (693) quedan fuera de toda consideración las implicaciones psicológicas, el contexto, así como las necesidades y vicisitudes de cada mujer, tratándolas como incubadoras más que como seres humanos”, insistió la doctora Milagros Méndez Castillo.
El Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico y el Colegio de Profesionales del Trabajo Social (CPTS) se unieron al rechazo de restringir las terminaciones de embarazo por un término de etapa gestacional específico o por el latido del corazón.
“El CAAPR considera que, a pesar de que las terminaciones de embarazo en etapas avanzadas no constituyen un problema en Puerto Rico, para aquellas mujeres y personas gestantes que sí puedan necesitar esa intervención, la aprobación del Proyecto de la Cámara 693 constituye una carga indebida que las induce a mayor vulnerabilidad futura, pobreza, violencia y daño emocional”, recalcó la licenciada Josefina Pantojas.
La doctora Elba Betancourt Díaz, en representación del CPTS, señaló que los proyectos 693 y 1084 “no están alineados con los principios éticos y políticos de la profesión del trabajo social”
Sobre el Proyecto de la Cámara1410, que pretende llevar a un referéndum para que el pueblo escoja el estado de derecho, Betancourt Díaz insistió en que la medida legislativa polariza la discusión entre “aborto: sí o no”.
“Dejando que las personas que asistan a votar decidan por criterios ideológicos, prejuicios y de opinión el acceso libre y seguro a esta intervención médica esencial. Estarían terceras personas decidiendo sobre el cuerpo, salud y vida de las mujeres y personas gestantes”, abundó.
El único proyecto que avalaron ambos gremios fue el Proyecto 1403, que busca crear legislación para ampliar los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres y personas gestantes.
Sin embargo, recomendaron que la medida incluya que profesionales de la salud sean adiestrados como parte de su formación continua sobre temas vinculados a los derechos sexuales y reproductivos “para aumentar sus conocimientos y reducir el estigma producto de prejuicios”.
En la tarde, también participó el grupo religioso Católicas por el Derecho a Decidir (CFC, por sus siglas en inglés) que es una organización sin fines de lucro que encuentra, educa, y empodera a las personas de fe a apoyar los derechos reproductivos de las mujeres y las personas gestantes.
“Parte importante del derecho a decidir es garantizar el derecho humano a tener acceso a todo el espectro de cuidados reproductivos, incluyendo el acceso al aborto seguro. El acceso al aborto avanza el bien común permitiendo así que las mujeres y las personas gestantes puedan tomar decisiones sobre su cuidado reproductivo y, de igual forma, participar plenamente en el buen vivir de su comunidad”, expresó en su ponencia”, expresó Steph Hanson-Quintana en su ponencia.
En la segunda parte de la vista también participaron organizaciones feministas internacionales como la National Organization for Woman (NOW), Fós Feministas, el Caucus Nacional Hispano de Legisladores Estatales (NHCSL, por sus siglas en inglés), entre otras.