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A poco más de un mes de haber sido radicado y referido a la Comisión de Salud, el Proyecto del Senado (PS) 1134 –que crearía las llamadas residencias “criollas”– podría estar viviendo sus últimos momentos, tras haber generado una ola de oposición en la comunidad médica, incluso antes de la celebración de vistas públicas.
“No le veo futuro”, sentenció ayer el senador popular Rubén Soto, quien preside la referida comisión.
El PS 1134 propone enmendar la Ley de la Junta de Licenciamiento y Disciplinas Médicas y, entre varios asuntos, busca facultar al organismo para reconocer cualquier programa de residencia estatal. También, para certificar especialidades y subespecialidades en medicina, así como certificaciones de especialistas a emergenciólogos, médicos de cuidado primario y acupunturistas.
Según Soto, una de sus preocupaciones principales en torno a la medida es la eliminación de credenciales y requisitos para certificar a médicos generalistas con, al menos, 10 años de experiencia trabajando en salas de emergencia.
“Se han pasado programas similares para (certificar a personas como) dentistas (sin los requisitos necesarios) y no han prosperado. Es importante que la persona tenga la capacidad. Además, la medida es vaga. ¿Qué certifica esos 10 años (de experiencia)? No hay un proceso claro. Además, es injusto para otros (médicos) que han revalidado (en esa especialidad)”, sostuvo.
Agregó que el PS 1134 tampoco será disuasivo para el éxodo de estos profesionales. “La fuga de médicos es un asunto de pagos, de los contratos con las aseguradoras. No se deben hacer residencias (médicas) criollas por una emergencia, porque esto tiene nombre y apellido: esto es un asunto salarial”, reiteró.
De acuerdo con Soto, se necesita que todos los temas asociados a la salud se traten con cuidado. Por eso, opinó que, si se trata de varios asuntos, deben discutirse de forma separada o, en este caso, en distintas medidas, no todos en una.
Aun así, informó que seguirá con el debido proceso de la medida, que –por ahora– consta de recibir memoriales explicativos. De necesario, dijo, se harían vistas públicas. Pero, si el grueso de los memoriales muestra oposición, la pieza podría retirada o presentada para votación. “Salvarlo, lo veo difícil”, puntualizó.