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La casa de la familia Cintrón, en el sector Maná de Barranquitas, sirvió de escenario para que miembros de la comunidad se reunieran para dar gracias tras un enorme de esfuerzo de autogestión para lidiar con las consecuencias del huracán María.
La casa de la familia Cintrón, en el sector Maná de Barranquitas, sirvió de escenario para que miembros de la comunidad se reunieran para dar gracias tras un enorme de esfuerzo de autogestión para lidiar con las consecuencias del huracán María. (David Villafañe Ramos)

Barranquitas - Cuando Francisco Díaz Ayala habla sobre el huracán María, su rostro cambia, su sonrisa se disuelve y sus gesticulaciones denotan preocupación. 

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