En la sede central de Mattel, ubicada al sur del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, Christine Kim toma un escudo y lanza desde él un disco plástico al otro lado de una sala de conferencias. "Voy a jugar con mis hijos varones, esquivar sus balas y decirles: ‘Les voy a disparar’”, dice Kim, una de las principales diseñadoras de juguetes de Mattel y madre de tres hijos. “Esto vuela 6 metros (20 pies)”.
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