Kenneth Sanabria, estudiante de la UIA, expone cómo la UPR aportó positivamente a su desarrollo, a pesar de escollos y políticas cuestionables
Kenneth Sanabria, estudiante de la UIA, expone cómo la UPR aportó positivamente a su desarrollo, a pesar de escollos y políticas cuestionables
En el año 2009 entré en la UPR de Aguadilla, con apenas 17 años. Allí, tuve que adaptarme al nuevo proceso educativo que es bastante distante de lo que se hace en Escuela Superior. La UPR de Aguadilla, es uno de los recintos más pequeños del Sistema Universitario, pero uno de los más calurosos, con excelentes profesores y excelentes empleados administrativos. El calor humano se hace evidente desde que entras por el portón principal y pasas por la gran cantidad de oficinas administrativas que emprende una universidad bastante burocrática.
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