

La investigación científica ayuda a descubrir procedimientos médicos más efectivos y con mejores resultados para los pacientes. Antes se pensaba, por ejemplo, que era imposible hacer una cirugía de corazón sin transfusiones de sangre –y sus productos sanguíneos, como plaquetas y plasma–.
Hoy conocemos que es posible y que, de hecho, es la mejor opción, dijo el doctor Iván González Cancel, cirujano cardiovascular en el Centro Médico Episcopal San Lucas.
“Las transfusiones de sangre son perjudiciales en el desempeño clínico de los pacientes. Todos los productos sanguíneos, en menor o mayor grado, tienen efectos detrimentales en el sistema inmune y en la función pulmonar. Al no usar sangre, los pacientes –que usualmente tienen diabetes o problemas pulmonares– ven mejores resultados tras la cirugía. Además, queda disponible sangre para pacientes de trauma que la necesiten con urgencia”, explicó González Cancel.
Como todo procedimiento médico, la cirugía de corazón sin productos sanguíneos requiere una preparación. Primero, el paciente debe tener una hemoglobina adecuada –lo que se logra con una buena alimentación, vitaminas o fármacos que aumenten la producción de glóbulos rojos–. Segundo, debe detener el uso de anticoagulantes. El tercer paso es una cirugía donde se evite la pérdida de sangre, subrayó el galeno.
“Es bien importante que todo el equipo médico sepa que la meta es no usar productos sanguíneos. Necesitamos la cooperación del anestesiólogo, del internista y de los enfermeros. Se les ordena que solo pueden sacarle sangre al paciente cuando sea estrictamente necesario”, sostuvo.
Toda persona que es candidata a una cirugía de corazón debe evaluarse para conocer si no requiere transfusiones de sangre durante la operación. La evaluación consiste en pruebas de laboratorio, un cateterismo y una prueba de ejercicio.
Entre las cirugías más comunes está la revascularización coronaria o bypass –procedimiento mediante el cual se crea un nuevo flujo de sangre y oxígeno en el corazón, sustituyendo un flujo obstruido o bloqueado–. Esta se realiza en pacientes que han tenido un infarto cardíaco o que tienen dolor de pecho.
“Podemos mejorar la calidad de vida de los pacientes operándolos sin productos sanguíneos. En el 80% de nuestros pacientes no estamos utilizando productos sanguíneos”, mencionó el cirujano cardiovascular.
Las personas que deseen realizarse una evaluación, pueden comunicarse con el Centro Médico Episcopal San Lucas llamando al 787-844-2080 o la oficina del doctor Iván González Cancel al 787-843-1600.
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