

Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media Brandstudio para Nestlé Niños Saludables
PRESENTADO POR
Nestlé Niños Saludables
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Dicen que todo lo que los niños aprenden lo repiten. Si partimos de este dicho popular, podemos asegurar que el programa Nestlé Niños Saludables ha impactado a más menores de los que calculan, esto es, 23,000 estudiantes en etapa elemental.
Natalie Malavé, de 13 años y estudiante de la escuela Padre Jorge Rosario en San Lorenzo, es un ejemplo de esto. Y lo confirma su mamá.
“Todo lo que aprendía en la escuela lo traía al hogar y nos enseñaba cómo preparar el plato, qué porciones y alimentos debíamos consumir. Ella siempre estaba pensando cómo podía ayudar a las personas a su alrededor, como por ejemplo, su hermano que era hipoglucémico. Ella le decía qué podía y qué no podía comer para mantenerse saludable”, contó Verónica Figueroa, madre de Natalie.
Y es que el programa Nestlé Niños Saludables busca por medio de módulos y actividades proveer herramientas e información a los estudiantes y a la comunidad para modificar sus hábitos alimentarios y estilos de vida.
Este proyecto comenzó en el 2011. Fue precisamente en ese año que Noemí Reyes, directora de la escuela Padre Jorge Rosario en San Lorenzo, se enteró de la iniciativa y buscó que su escuela participara.
“Me interesó que buscan promover la alimentación de los niños con un enfoque educativo, donde también los pesan, les dan charlas a los padres y maestros. Involucran a todas las partes en el proceso de educar a los niños para que tengan una buena alimentación”, explicó Reyes.
Para Reyes, una de las actividades que más le ha impactado fue durante una dinámica donde hubo un huerto escolar y una pequeña plaza del mercado, en la que los niños tenían la oportunidad de comprar –por 25 centavos– frutas y vegetales. “Ahí ellos podían seleccionar lo que querían llevar a su hogar. Fue bien interesante verlos escogiendo productos inesperados, porque podemos pensar que iban a buscar una manzana porque la conocen, pero decidían llevar vegetales”, recordó la directora escolar.
La experiencia de la familia de Natalie fue similar. Antes de participar en el programa, Figueroa aseguró que a su hija no le gustaban los vegetales, pero ahora los consume. Estos nuevos conocimientos –tanto en la madre como en la hija– han llevado a que se modifique la compra de alimentos en el hogar de la familia Malavé Figueroa.
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