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Yo no me quito
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A falta de trabajo, food truck

Esta pareja transformó su apuro en una experiencia de crecimiento empresarial

17 de marzo de 2016 - 12:00 AM

(Suministrada)
(Suministrada)

En el 2015, Puerto Rico presenció el boom de las limonadas artesanales, un fenómeno que dio frutos a decenas de pequeños negocios que colocaban esta bebida como su principal atractivo. A la misma vez, miles de boricuas perdían sus trabajos como resultado de una crisis fiscal y una prolongada recesión económica. De esta combinación de obstáculos y oportunidades nació Del Palo e’ Casa, un food truck creado por Coraly Feliciano y Luis A. Colón.

Previo al éxito de su negocio, esta pareja pasaba uno de los momentos más difíciles de sus vidas: ambos habían perdido sus trabajos. Luis trabajaba como cocinero en un food truck de tripletas, mientras que Coraly se especializaba en la planificación de bodas. “Y en medio de todo eso, decidimos montar algo de comida. No teníamos nada de dinero. Mi mamá me prestó $500 y con eso fue que comenzó todo”, narra Coraly. En un año, la pareja logró cambiar su modelo de negocio de un quiosco a un food truck, un paso más hacia lograr su sueño más anhelado: establecer un restaurante.

A pesar de haber alcanzado tanto en un año, la pareja no olvida los retos que pasaron para llegar a este punto. "Nosotros venimos de un residencial y decidimos crecer", afirma Coraly. Los retos eran grandes, pues Coraly tiene tres hijos y es sobreviviente de violencia doméstica de un matrimonio anterior, pero juntos supieron aprovechar la bonita casualidad de encontrarse y transformarla en un negocio que celebra la perseverancia y el amor.

Sin duda, balancear un matrimonio junto al crecimiento de un negocio propio requiere esfuerzo y compromiso. Sin embargo, para Coraly, esto es lo que ha hecho de la experiencia una gratificante: “Ha sido una historia bien bonita porque de todas las cosas que me han pasado en la vida, conocí a mi esposo y juntos crecimos”.

A los retos de pareja se le suman los obstáculos económicos. Actualmente, la pareja no cuenta con un carro, por lo que requieren de la ayuda de sus familiares para atender su negocio y sus hijos. Además, Coraly asegura que crecer un negocio en la Isla no es tarea fácil, pues “el gobierno te cierra muchas puertas”. Aún así, se mantiene firme en su creencia de que, aunque es difícil, sí se puede.

Su estilo de vida se centra en su food truck. Los días de trabajo comienzan a las ocho de la mañana en la casa para preparar las mezclas artesanales de las limonadas y terminan tarde en la noche limpiando la guagua. El tiempo libre lo dedican a cocinar o ir de compras al supermercado. “Hacer compra es el jangueo de nosotros”, cuenta Coraly entre risas.

A un año de su establecimiento, Del Palo e’ Casa ha conseguido triunfar dentro de la masa de negocios de limonadas, lo que, para sus dueños, es una de las motivaciones que los mantiene a flote. Con el crecimiento de su negocio, esta pareja ha conseguido escalar barreras sociales y económicas en medio de la crisis. “De lo tradicional a lo extraordinario” es su filosofíade negocio, una que, sin duda, le aplica a esta pareja al pie de la letra.

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