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El DRNA no había registrado un evento de reproducción similar desde el 2019.
El DRNA no había registrado un evento de reproducción similar desde el 2019. (Wilfredo Rosado)

El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) reportó un evento significativo de reproducción del sapo concho en el Bosque Seco de Guánica tras la acumulación de unas tres pulgadas de lluvias el pasado martes y miércoles como consecuencia del paso de una onda tropical.

No habíamos visto un evento de esta magnitud desde el verano del 2019 tras el paso de la tormenta tropical Laura”, expresó la bióloga Darien López Ocasio, directora del Bosque Estatal de Guánica, en entrevista con El Nuevo Día.

“Al llegar rápido, escuchamos muchas vocalizaciones del sapo concho, especialmente en el área de Tamarindo”, dijo López, lo que indicó que el evento de reproducción estaba comenzando.

Identificaron sobre 100 animales en el área, entre ellos parejas en amplexus, que es la posición de apareamiento de las ranas y los sapos, en la que el macho abraza a la hembra por la espalda. Luego de esto, la hembra deposita una hilera de huevos en el agua y el macho los fertiliza. Los huevos eclosionan en 24 horas y los renacuajos pueden completar la metamorfosis entre 18 y 21 días.

“Si este evento se logra dar, podríamos esperar un aumento en la población si completan su metamorfosis”, dijo la bióloga.

El sapo concho es el único sapo endémico de Puerto Rico y se encuentra en la lista de especies en peligro de extinción desde 1987 como especie amenazada. El DRNA reportó hace un año un aproximado de 2,500 a 3,000 especies del sapo concho, número que estiman no ha cambiado debido a los pocos eventos reproductivos.

El reto principal para que el proceso de metamorfosis se complete es que los renacuajos sobrevivan, ya que la especie es susceptible a los altos niveles de salinidad que fue lo que ocurrió durante el huracán Fiona.

Luego del huracán se reportaron 7.5 pulgadas de lluvia en el bosque “pero, la marejada ciclónica entró a las áreas de reproducción del sapo y esas charcas se llenaron de agua salada”, dijo López Ocasio.

Una de las principales causas es “el cambio climático y estos eventos que han afectado el área. No tan solo por la entrada de la marejada ciclónica, sino también porque afectan las áreas de dunas en el área de Tamarino que protegen las charcas”, añadió la directora del bosque.

Algunas de las estrategias que ha implementado el departamento han sido relocalizar las hileras de huevos y los renacuajos a áreas con agua dulce.

Por otro lado, la agencia ambiental ha estado trabajando en la construcción de charcas artificiales con el propósito de crear un hábitat para que, en el futuro, el sapo lo pueda utilizar. Sin embargo, el proyecto se encuentra paralizado, ya que notaron que no estaban reteniendo el agua, y están en proceso de investigación para que sean exitosas.

Otras amenazas al sapo concho son las especies invasoras como el sapo común y la rana cubana, que compiten por el hábitat; depredadores como los gatos realengos y las libélulas; y la erosión y la tala de árboles.

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