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Desde la finca Buena Vista en Lares, agricultores y expertos nos explican cómo esta plaga afecta los primeros grandes cultivos desde el huracán María.

Algunos árboles de café en Puerto Rico, cuya cosecha está prevista para recogerse a finales de este mes, no han madurado bien y ya la producción está afectada por un hongo que pudre sus granos.

Cafetales ubicados en Maricao, Adjuntas, Utuado, Las Marías, Yauco y Orocovis, entre otros, experimentan esta emergencia. La gravedad del problema es tal que los productores de este fruto, de la mano de expertos, urgen tomar medidas preventivas para proteger las plantaciones.

La nueva especie de este hongo, llamado Colletotrichum, produce la antracnosis, una enfermedad difícil de identificar que fue corroborada por la doctora Luz Miriam Serrato, experta en genética de microorganismos en las plantas, durante su tesis doctoral entre el 2016 y 2019.

La investigación científica, que fue publicada en la revista Sociedad Americana de Fitopatología (APS, en inglés), le permitió a Serrato validar que un “inusual comportamiento genético” en árboles de café en Adjuntas, en aquel momento, eran los síntomas de dicha enfermedad.

Sin embargo, tan solo han pasado dos años desde que Serrato presentó los resultados de su investigación y ya hoy muchos cafetales de la isla padecen de esta nueva versión de la antracnosis, validó un estudio de campo del Departamento de Ciencias Agroambientales del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

La doctora Wanda Almodóvar Caraballo, quien es experta en fitopatología (estudio de las enfermedades de las plantas), subrayó que esta enfermedad no solo afecta el fruto maduro del café y las ramas del árbol, sino que su nueva versión ocasiona, además, la putrefacción de la semilla desde que está en su etapa verde (de crecimiento).

“La antracnosis puede estar en el cultivo y afectar las hojas y otras partes de la planta antes de que afecte los frutos. Pero es una enfermedad que no es tan fácil de identificar, porque puede confundirse con otras que también le dan al café”, explicó la profesora, quien lleva casi 30 años trabajando en el Departamento de Ciencias Agrícolas del RUM.

“Cuando ya tu vienes a verlo (el daño de la enfermedad en el árbol de café), casi siempre es cuando está afectando el fruto maduro”, abundó.

Comparación de granos de café maduros y verdes cuando padecen de antracnosis versus cuando se pudren por la enfermedad:

Almodóvar Caraballo señaló que a menudo se confunde al Colletotrichum con el Fusarium xylarioides, un hongo proveniente de África. No obstante, el Colletotrichum, que ocasiona la antracnosis, quema las hojas, sus tallos y las ramas del árbol de café, y, además, pudre el grano del fruto, mientras que el fusarium xylarioides solo marchita las hojas de la planta.

La complejidad de la enfermedad aumenta con la “broca del café” (Hypothenemus hampeii), la plaga que más afecta a esta planta a nivel mundial y que recientemente se comprobó que también transporta la antracnosis.

Este insecto es, según Almodóvar Caraballo, una especie de “caculo” que se introduce dentro de la fruta del café para comérsela y puede causar pérdidas económicas de hasta $500 millones al año a nivel global.

“Mientras más broca haya, también hay más daño por este hongo (Colletotrichum). Es como un complejo de elementos que hay ahora mismo en lo cafetales, donde hay muchos factores que están haciendo que esta enfermedad sea peor”, apuntó.

Sobre el conjunto de factores que afectan la producción de café, la presidenta de Productores de Café en Puerto Rico (PROCAFE), Iris Jannette Rodríguez, incluyó el cambio climático y la falta de control de plagas.

“El cambio climático nos viene afectando hace muchos años. Por ejemplo, los pasados tres años han sido de sequías extremas por meses y, de momento, un exceso de lluvias. Y eso hizo que se dispararan estos hongos y realmente nos coge justo en la época de cosecha”, precisó Rodríguez.

Señaló que la falta de recursos para el control de plagas, por parte del Departamento de Agricultura, es otra de las circunstancias por las que los agricultores no han podido reducir el impacto de esta enfermedad.

“Anteriormente el Departamento de Agricultura tenía un programa que era para control de plagas. Ellos tenían equipos y esos equipos se les brindaban a los agricultores a bajo costo para poder fumigar en la finca. Ese programa se eliminó hace muchos años, eso no es de ahora, pero se eliminó. Eso (el programa) era bien necesario para las fincas”, sentenció.

El Nuevo Día solicitó una entrevista con el secretario de Agricultura, Ramón González, pero tras múltiples gestiones no se obtuvo respuesta.

Cuestionada sobre el impacto que la antracnosis produciría en las cosechas de café, Rodríguez anticipó que podría disminuir la cantidad de semillas que se recuperen en la próxima cosecha, aunque no precisó a qué magnitud.

El asesor de PROCAFE, Jorge Sanders Clarcks, le precisó a este periódico que la industria del café produce sobre $100 millones cuando se recogen 240,000 quintales de café, si se considera un período de cosecha “normal” como lo fue antes del huracán María.

Sin embargo, sus estimados sugieren que este año se recogerán, en el mejor escenario, 50,000 quintales de granos de café, lo que equivaldría a $20 millones, un 80% menos en ingresos para esta industria.

“Estos cafés que están afectados, algunos se recuperarán y otros no. No se perderá toda la cosecha de café, no hay que temer por eso. Pero si no se combate la enfermedad, se van a perder los cafetales porque esta situación está comenzando. Este es el momento en que, si se puede tomar cartas en el asunto, no podemos dejar que se siga propagando, porque el efecto económico de perder plantaciones de café en la montaña es algo devastador”, aseveró.

Si no se combate la enfermedad, se van a perder los cafetales porque esta situación está comenzando

Iris Jannette Rodríguez, PROCAFE

Reconoció que, aunque la industria del café está “repuntando” en términos de siembra, los agricultores y dueños de cafetales no conocen cuánto se ha recuperado este sector tras el huracán María, debido a que deben esperar a que comience la cosecha para estimar el progreso.

“Hay años buenos y años malos, pero parece que nos han tocado todos los malos últimamente. Mi abuela siempre decía que si la vida te da limones, hay que hacer limonada, pero hemos tenido que hacer limonada, bizcocho de limón, limber de limón y galletas de limón, pero lo seguimos haciendo. No vamos a dejar de sembrar café”, expresó Rodríguez.

El Departamento de Agricultura federal (USDA, en inglés) señaló en su último Censo Agrícola, en 2018, que en Puerto Rico hay 2,292 fincas de café o el equivalente a 13,283 cuerdas de cafetales.

Dicha cantidad de cuerdas se tradujo, según el estudio, en 13,164,226 árboles de café, de los que 9,270,034 estaban produciendo frutos.

Sin embargo, Rodríguez destacó que, a su juicio, esos números no son reales, debido a que fue realizado en medio del proceso de recuperación tras el huracán.

“Ese es el censo de USDA y a mi entender no todos los agricultores lo respondieron, porque todavía estaban en la recuperación del huracán y no le dieron importancia. Los números reales deben ser diferentes”, argumentó.

Se puede contener, pero no erradicar

Para comprender la magnitud de los daños de la antracnosis, es necesario tener claro que estas nuevas especies del hongo que la produce continuarán presentes en la isla y no hay manera de eliminarlas, al menos, por el momento.

Sin embargo, la profesora Almodóvar Caraballo enfatizó que, para evitar la putrefacción o eventual muerte masiva de cafetales, los agentes agrícolas y caficultores deben conocer las medidas de control de plagas y ejecutarlas al pie de la letra.

“Ya una vez una plaga y una enfermedad está en un país, si tú no la coges tan pronto llega y no erradicas el punto donde está, ya una vez la plaga se establece en el país tienes que vivir con ella, con un manejo integrado de plagas o enfermedades. Ese manejo integrado es todas las prácticas que tú haces en ese cultivo desde que el cultivo está en semilla hasta que tú lo siembras, lo fertilizas, le das manejo a la siembra, lo podas...hacer todo lo necesario para que ese cultivo vaya bien y produzca bien”, precisó.

La fitopatóloga mencionó que algunas de las disposiciones para un manejo integrado de la antracnosis en los sembradíos de café son: la prevención (velar por el cuidado de los árboles); proveerle sombra a los árboles de café; limpiar los árboles y eliminar el material enfermo; y utilizar fungicidas (registro de fungicidas e insecticidas revisado en septiembre de 2021).

Para ayudar a los caficultores con el manejo de la antracnosis, Almodóvar Caraballo indicó que el Colegio de Ciencias Agrícolas y personal de la Estación Federal Agrícola crearon un task force para iniciar una campaña masiva de educación con la que se impacte a todos los agentes agrícolas y caficultores de la isla.

El primer compromiso está programado para mañana, sábado, en el coliseo Félix Méndez Acevedo, en Lares, donde expertos como la doctora Serrato explicarán la reproducción de la antracnosis y cómo debe ejecutarse su manejo.

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