Ellos lograron restaurar la actividad de un cerebro después de la muerte o luchar durante cuatro décadas contra el ébola
Ellos lograron restaurar la actividad de un cerebro después de la muerte o luchar durante cuatro décadas contra el ébola
Después de que un grupo de 32 cerdos fueron sacrificados en un rastro, sus cerebros viajaron hasta el laboratorio del doctor Nenad Sestan, especialista en neurociencias, genética y psiquiatría en la Facultad de Medicina de Yale. Más allá de los nutrientes de su carne, sus cuerpos siguieron sirviendo al hombre de una manera sorprendente: después de cuatro horas de muertos, los científicos lograron restaurar su microcirculación, así como su actividad molecular y celular. Aunque la escena suene un poco como una ficción tipo Frankenstein; en los terrenos de la ciencia, hay muchas más posibilidades que sólo consentir a la imaginación.
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