Aunque no pertenece a la NASA, Sierra-Sastre ha estado muy cerca de ser seleccionada como parte del cuerpo oficial de astronautas en dos ocasiones. (Suministrada)
El deseo de abandonar la atmósfera terrestre y adentrarse en la inmensidad del espacio mantiene a la científica puertorriqueña Yajaira Sierra-Sastre dedicando su vida a inspirar a otros a perseguir sus sueños mediante el poder de la educación.
“Mi meta es convertirme en la primera mujer puertorriqueña en viajar al espacio, pero en este proceso de trabajar por ese sueño, es parte de mi misión inspirar a las próximas generaciones de científicos ingenieros e inspirar a los jóvenes a luchar por sus sueños”, afirmó en entrevista telefónica con El Nuevo Día.
La también cofundadora de la organización Science in Space no se limita a llegar al espacio con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, en inglés). Más bien, reconoce el auge de la llamada “nueva era espacial”, que busca “democratizar el espacio” al expandir las oportunidades a científicos y ciudadanos mediante el sector privado y entidades no gubernamentales.
“Ya el espacio no será solo para un grupo selecto, sino que otras personas van a poder tener la experiencia de volar, de visitar el espacio, de mirar la Tierra, y tener esa experiencia que dicen los astronautas que han tenido cuando ven la Tierra desde arriba”, dijo.
Desde el pasado año, Sierra-Sastre colabora con Project PoSSUM (Polar Suborbital Science in the Upper Mesosphere), una organización sin fines de lucro que se enfoca en proveer entrenamiento y educación a científicos y ciudadanos entusiastas en temas de astronáutica, con el propósito de capacitarlos para futuros vuelos comerciales al espacio.
PoSSUM ofrece distintos cursos sobre bioastronáutica, aeronomía y comunicación de las ciencias, entre otros, así como un programa de científico astronauta para profesionales. Las personas que completen el programa –como hizo Sierra-Sastre– se convierten en candidatos para ser científicos astronautas en futuros vuelos comerciales de empresas privadas como SpaceX, Virgin Galactic y Blue Origin.
Asimismo, la iniciativa busca proveer oportunidades a nivel mundial. “Somos una comunidad muy comprometida con la educación y muy comprometida en aumentar la representación de grupos minoritarios en el área de la ciencia y, especialmente, en el área de la astronáutica”, explicó.
Por eso, Sierra-Sastre integra la iniciativa PoSSUM 13, un programa conformado por 13 científicas astronautas denominadas embajadoras mundiales de la ciencia, a fin de involucrar a los jóvenes en proyectos de astronáutica y aumentar la participación de niñas en el campo.
Oportunidad única
El primer proyecto de PoSSUM 13 brindará a un estudiante, de 13 a 17 años, la oportunidad de participar en un vuelo parabólico (donde se experimentan períodos cortos de microgravedad) junto a las científicas, con el propósito de llevar a cabo experimentos que ayuden a analizar los efectos de la falta de gravedad en distintas situaciones.
Para esto, llevarán a cabo una competencia a nivel mundial para alumnos de intermedia y superior, en la que grupos de cuatro –liderados por una niña o una joven como requisito– propondrán un experimento que pudiera llevarse a cabo en el vuelo de microgravedad (parabólico). Habrá tres equipos ganadores que enviarían su experimento al vuelo con las científicas.
“Un estudiante del primer equipo va a tener la oportunidad de volar con nosotros y experimentar cero gravedad”, destacó.
Añadió que los ganadores recibirán mentoría directa de PoSSUM 13 durante el proceso de diseño de su experimento. Los equipos deberán estar acompañados de un mentor.
La fecha límite para someter la propuesta es el 25 de abril, mientras el vuelo sería en octubre.
Sierra-Sastre invitó a los estudiantes puertorriqueños a involucrarse en esta iniciativa, y afirmó que la competencia es un chance único para jóvenes entusiasmados por los campos de la ciencia, la matemática y tecnología.
La boricua es experta en nanomateriales y trabaja en el U.S. Bureau of Engraving and Printing (agencia en la que se manufactura el dólar estadounidense), pero su fascinación por las ciencias del espacio la ha llevado a mantenerse involucrada en distintas iniciativas que la acercan a la realización de su sueño de ser astronauta.
