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Washington D.C.– La Cámara de Representantes suspendió este jueves sus sesiones -con ocasión del día de la recordación de los caídos en la guerra-, sin que haya un acuerdo sobre las condiciones republicanas para elevar el techo de la deuda pública.
El líder de la mayoría republicana cameral, Steve Scalise, advirtió que si hubiese un acuerdo durante el receso legislativo, convocarán a una sesión- con 24 horas de anticipación-, sea este fin de semana o la semana próxima, lo que parece más viable.
La Cámara baja ya tenía previsto recesar desde hoy hasta el 5 de junio, en momentos en que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha advertido que tan pronto como el 1 de junio puede quedarse sin maniobras para cumplir con todas las obligaciones financieras del gobierno federal, incluidos los pagos del Seguro Social, los reembolsos de Medicaid y Medicare, y la nómina pública.
Tanto el presidente Joe Biden como la secretaria Yellen temen además el impacto en los mercados, las tasas de interés, el ambiente en la inversión y los empleos.
“El speaker (Kevin) McCarthy y yo tenemos una visión muy diferente de quién debe llevar la carga de los esfuerzos adicionales para poner en orden nuestra casa fiscal. No creo que toda la carga deba recaer sobre las espaldas de los estadounidenses de clase media y clase trabajadora”, sostuvo Biden el jueves, en un evento en la Casa Blanca.
Representantes de empresas que evalúan el crédito del gobierno y otros expertos han indicado que la fecha fatal de un potencial impago puede ocurrir entre el 2 y el 9 de junio, mientras otras voces señalan que si el gobierno logra llegar al 15 de junio, cuando debe recibir una importante cantidad de contribuciones sobre ingresos, tendrá dinero para pagar todas sus cuentas por mucho más tiempo.
De todos modos, tanto el presidente Biden como el speaker cameral Kevin McCarthy (California) han indicado que negocian bajo la premisa que el impago puede ocurrir el jueves próximo.
En medio de la incertidumbre, la empresa crediticia Fitch Ratings colocó el miércoles la deuda de Estados Unidos en observación negativa, lo que puede provocar una baja en la clasificación de los bonos del gobierno federal, como hizo S&P en 2011.
Al cerrar la sesión, McCarthy indicó que las negociaciones continúan. McCarthy indicó a la cadena Fox que percibe estas discusiones como un primer paso hacia equilibrar el presupuesto.
Pero tanto los más conservadores republicanos como los demócratas muestran ansiedad por el nivel de los recortes que pueda darse.
En el caso de los republicanos más conservadores, quieren que McCarthy no acceda a nada que no sea la legislación aprobada en abril pasado que obligaría al gobierno federal a regresar al nivel de gastos de 2022, lo que en Puerto Rico pudiera implicar una reducción de $1,570 millones en las asignaciones para el año fiscal estadounidense 2024.
Bajo el plan republicano solo se permitiría un aumento de 1% en el presupuesto anualmente, lo que estaría por debajo del nivel de inflación.
El presidente Biden ha insistido en que cualquier acuerdo debe mantener el mismo nivel de gastos vigente. Ha estado dispuesto a congelar el presupuesto por dos años fiscales.
Hay conservadores preocupados de que las negociaciones recientes se acerquen a la contrapropuesta de Biden: elevar el techo de la deuda hasta 2024; congelar por un año los gastos; y rescindir los fondos del COVID-19.
Grupos conservadores han reclamado a McCarthy que no dé un paso atrás.
En ese sentido, 35 miembros del Freedom Caucus - que reúne a los más conservadores de la conferencia republicana-, pidieron que se rescindan de inmediato fondos del COVID-19 y $80,000 millones para contratar durante una década personal del Servicio de Rentas Internas federal (IRS), con el propósito de asegurar el pago de las obligaciones federales durante el mes de junio.
“Estamos cerca de una victoria. Espero que no dañen eso”, indicó el republicano conservador Bob Good (Virginia).
La líder demócrata en el Comité de Asignaciones, Rosa DeLauro (Connecticut), sostuvo que se deben proteger los avances logrados en los primeros dos años en torno al financiamiento de programas de bienestar social.
Cualquier recorte debe “ser equitativo entre los fondos de defensa y no defensa”, dijo, en referencia a la exigencia republicana de que no se toquen las asignaciones al Pentágono y la seguridad nacional estadounidense.
La demócrata puertorriqueña Alexandria Ocasio Cortez (Nueva York) afirmó que en vez de examinar los recortes contributivos a los que más tienen aprobados en 2017, incluidos dueños de yates y aviones, se quiere reducir las asignaciones alimentarias y de salud. “Debemos examinar por qué nuestros colegas republicanos están dedicados en proteger a los más ricos”, señaló Ocasio Cortez.
Los demócratas anunciaron el miércoles que sus 213 congresistas firmaron una medida para elevar el techo de la deuda pública federal, sin condiciones. “Necesitamos cinco patriotas republicanos”, dijo la líder adjunta de la minoría cameral, Katherine Clark (Massachusetts).
Además, 80 demócratas reclamaron al liderato republicano que la sesión no se suspendiera hoy, jueves. “El Partido Republicano es un poco como un pirómano que incendia tu casa y luego te culpa por el incendio y luego te da una conferencia sobre seguridad contra incendios”, dijo el congresista demócrata boricua Ritchie Torres (Nueva York).
Desde enero pasado, Estados Unidos alcanzó el techo de la deuda pública autorizada por el Congreso, $31.4 billones (trillions en inglés). La secretaria Yellen ha dependido de nuevos ingresos para evitar caer en un impago. Pero, desde principios de año dijo que era probable que para principios de junio se quedara sin alternativas para cumplir con todas las obligaciones financieras del gobierno federal.
“No nos equivoquemos, el incumplimiento de los republicanos precipitaría a los Estados Unidos y a los mercados mundiales a una catástrofe económica”, sostuvo el senador demócrata Robert Menéndez (Nueva Jersey).
El proyecto aprobado en abril por la mayoría republicana de la Cámara baja (217-215) incrementaría en $1.5 billones o hasta el 31 de marzo de 2024, lo que ocurra primero, el techo de la deuda pública. Pero, lo condiciona a que se regrese al nivel de gastos del año fiscal 2022, y se aumente en solo 1% el monto del presupuesto anualmente.
El plan republicano requiere rescindir los fondos no comprometidos asignados para mitigar el COVID-19. Pero, la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) informó hoy que todo el dinero asignado a la Isla entre 2020 y 2022 ya fue obligado o comprometido.
Los republicanos también proponen cancelar asignaciones de la ley Reducir la Inflación (IRA, en inglés) contra el cambio climático y para reclutar nuevo personal en el IRS.
Otra medida persigue prohibir que el presidente de Estados Unidos pueda cancelar deuda pública estudiantil de préstamos otorgados por el gobierno federal. Los republicanos aprobaron el miércoles esa propuesta en una medida independiente. Pero, la Casa Blanca ha advertido que la vetaría y no se prevé que hayan votos suficientes en el Senado o la Cámara baja para pasar por encima de la posición del presidente Biden.