El proyecto Caras de Rosario fomenta el conocimiento de la naturaleza y la historia
El proyecto Caras de Rosario fomenta el conocimiento de la naturaleza y la historia
11 de agosto de 2024 - 11:10 PM
Recorrer las veredas del río Duey con el propósito de interpretar la biodiversidad que coexiste en el entorno natural, se transformó en la primera experiencia laboral para una decena de jóvenes que residen en el poblado Rosario de San Germán.
Es el propósito principal de Caras de Rosario, una empresa social de turismo patrimonial y servicio comunitario liderada por la organización de base social Casa Juan Pablo II que integra experiencias turísticas únicas al fusionar aventura e historia.
Por medio del rastro ancestral, impregnado a los abrigos rocosos distintivos de la zona, estos guías intérpretes certificados por la Compañía de Turismo de Puerto Rico, conducen a decenas de visitantes en un viaje hacia lo que aconteció en el lugar hace cientos de años.
Según Adiana Ortiz, facilitadora del Programa de Líderes Comunitarios Excepcionales de la Fundación Bravo, el proyecto brinda la primera experiencia laboral a jóvenes entre los 15 a 27 años.
“A ellos se les capacita en historia y cultura de su poblado y se le dan otras capacitaciones para su desarrollo personal y profesional. Además, mediante estos recorridos guiados por jóvenes intérpretes, vecinos de la comunidad, se persigue promover el conocimiento y apreciación de nuestro legado cultural”, expresó.
De acuerdo con el intérprete Yamil Javier Rivera Vargas, “nuestro recorrido principal tiene dos secciones, que es la parte natural y la parte histórica”.
En primer lugar, según el estudiante de trabajo social en la Pontificia Universidad Católica de Mayagüez, “comenzamos en la finca donde podemos ver parte de la biodiversidad del lugar, parte de la fauna. Tenemos aves endémicas, tales como el comeñame, san pedrito y el pájaro bobo mayor”.
“Vamos a una vereda natural donde pueden ver parte del proceso del café, podemos hablar sobre la huella taína, pasamos por el río y lo más importante es que tenemos un encuentro ancestral con nuestros taínos, viendo la firma que ellos han dejado en el lugar a través de grabados en piedra, es decir, petroglifos”, apuntó el joven de 22 años.
“Aquí tenemos distintos árboles de guaraguao, que su propósito es darle sombra al café. Además, hay árboles de mamey que tuvieron una función histórica de delimitar colindancias entre propiedades”, agregó.
En cuanto a los abrigos rocosos, Rivera Vargas explicó que, se trata de “una cavidad en donde puede entrar la luz y es lo que lo diferencia de una cueva. Es como un refugio y está conformado por roca caliza”.
“También vemos el peñón que da nombre al sector, es un afloramiento de roca caliza. Esto pertenece a las formaciones de roca caliza dispersas en Puerto Rico, específicamente en la zona oeste, y nosotros siempre recalcamos que es uno de los espacios más antiguos de todo Puerto Rico”, subrayó. “Después de eso, nos adentramos al río Duey que nace en las montañas de Maricao y desemboca en Mayagüez. Su nombre es taíno porque cruza por parte de un barrio que pertenece al municipio de San Germán, que se llama Duey, que era un cacique menor”.
La segunda parte del recorrido dirige a los participantes al casco urbano del histórico poblado fundado hace cerca de 200 años.
Así lo dijo Noiya Luciano Vega, otra de las guías rosareñas, al hablar sobre la importancia de las comunidades que “construyeron la iglesia para poder reunirse y ahí comenzó el poblado en 1832, aproximadamente”.
Mientras que Naira A. Castillo Martínez, de 18 años, mencionó el aspecto culinario que distingue el sector. Se trata del pan de anón, conocido como el ‘pan de tetita’ que, “fue uno de los alimentos más importantes en el Rosario, confeccionado por don Paco Cuevas, inspirado en la silueta de la fruta”.
Para Yahir Javier Rivera Vargas, de 18 años, el recorrido, de unas dos horas y media, es enriquecedor porque les permite aprender sobre la cultura y el patrimonio de su poblado. “Hasta que no entré a este programa, yo no conocía prácticamente nada del lugar donde resido”, comentó el joven.
A su vez, para este trayecto, recomienda venir con camisa, pantalón largo y botas.
“Vamos a pasar por unas veredas estrechas, cruzamos el río y hay que estar protegidos”, advirtió Félix Santiago Ortiz, acompañado de Bethliann Mercado Fernández y Gernino Castillo Santana.
“Esto me ha enseñado a salir de cuatro paredes y enriquecerme de esta naturaleza que, no simplemente es un río, sino que puedes instruirte sobre las aves y la fauna y cosas que no sabíamos”, dijo, por su parte, Orlando Barceló Vargas, de 19 años.
Finalmente, Yamil Javier, hermano de Yahir Javier, señaló: “Todo el mundo debe darse la oportunidad de visitarnos, porque además de conocer la biodiversidad, aves y el patrimonio ancestral, es algo que te conecta contigo mismo y te inspira a hacer algo por tu comunidad. Algo que distingue a Caras de Rosario, es que no solamente conoces la historia y de dónde venimos, sino también cómo cada persona que nos visita puede aportar a su comunidad”.
Para más detalles, puede acceder a casajuanpablo.org o llamar al 787-659-7083.
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